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El PP responsabiliza a José Cacabelos del "descontrol" vivido con las autocaravanas

Los conservadores creen una burla que el alcalde socialista de O Grove se brinde ahora a endurecer su control, después de haberlo suavizado notablemente hace cuatro años

Autocaravanas y otros vehículos en A Lanzada. // Muñiz

El PP de O Grove dice estar asombrado con la actitud del alcalde, José Cacabelos. El regidor anunció hace días que en invierno establecerá las bases para endurecer el control sobre las autocaravanas y evitar que se repita la "invasión" sufrida este verano. Lo que sucede es que fueron él mismo y su grupo, el PSOE, quienes hace cuatro años modificaron la ordenanza municipal para, precisamente, tolerar todo lo contrario.

Como se explicó en FARO DE VIGO, éste había sido un asunto muy polémico que incluso se dirimió en sede judicial, cuando el PP, el Partido Galeguista y la Asociación de Hostelería, por entonces presidida por Beatriz Castro, pidieron que se regulara la presencia de tales vehículos para evitar que invadieran el municipio de forma descontrolada y obligarlos a utilizar las zonas habilitadas a tal efecto.

Ahora Beatriz Castro es la presidenta del PP local, por eso no cabe en su asombro al ver que el alcalde "trata de presentarse como el salvador anunciando el endurecimiento del control de las autocaravanas".

Básicamente, el PP de O Grove considera la postura del máximo mandatario una rectificación en toda regla y una forma de dar la razón a quienes, como este grupo, trataron hace cuatro años de impedir que se suavizaran las medidas de control de las "casas rodantes".

Alegan los populares que no alcanzan a entender cómo es posible que el alcalde "muestre tal desfachatez y tenga tan poca memoria ante un tema que en el año 2016 dio tanto qué hablar". A su juicio, quien ahora "parece mostrarse como el salvador del mundo, es el mismo que junto a EU y BNG provocó la situación que ahora estamos viviendo, haciendo oídos sordos a las advertencias del PP y permitiendo que las autocaravanas campen a sus anchas en lugares donde están totalmente prohibidas, además sin un mínimo de respeto por el medio ambiente, vaciando sus depósitos donde les parece y dejando tirada la basura".

Al tiempo que condena este "lamentable" proceder, el equipo de Beatriz Castro insiste en que todo esto "se debe a la falta de control durante estos años y a la permisiva ordenanza que el alcalde y su grupo redactaron para cargarse de un plumazo la que el PP ya tenía creada y que era bien clara en este aspecto, la cual autorizaba el acceso de las autocaravanas a los nueve campings del municipio habilitados para ello".

Cabe recordar, y así lo hacen los conservadores, que la polémica surgió cuando hace años las asociaciones de autocaravanas demandaron mayor permisividad, alegando que tan solo necesitaban un área específica para ellas, "la cual ya existe y fue creada en San Vicente do Mar bajo iniciativa privada".

Sin embargo, "ciertos autocaravanistas siguen campando a sus anchas por lugares protegidos medioambientalmente, que es lo que no se puede permitir bajo ningún concepto".

Tras dejar claro que no se opone al turismo de autocaravana, sino a su "descontrol y falta de respeto por el medio ambiente", el PP incide en que ese fue siempre su posicionamiento, de ahí que considere "una falta de respeto hacia el pueblo de O Grove" que el alcalde salga ahora "calificando de incontrolable la situación" cuando, repiten, fue él quien la toleró o propició al modificar la ordenanza municipal en el año 2016.

Dicho lo cual, el grupo mayoritario de la oposición indica que Cacabelos no necesita planificar nada nuevo en invierno; "lo único que tiene que hacer es aplicar la normativa que anteriormente regulaba esta situación y tener contacto con los hosteleros que dirigen los campings para buscar una solución beneficiosa para todos".

Como indicaba FARO el sábado pasado, la "lucha" contra la invasión de autocaravanas se remonta a 2016, cuan el pleno de la Corporación aprobó, con los votos a favor del PSOE y la abstención de EU y BNG, la modificación de la "Ordenanza municipal de policía, buen gobierno y medidas para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana en el espacio público del Concello de O Grove". El PP y el Partido Galeguista Demócrata votaban en contra, alegando que se iba a permitir que las autocaravanas estacionaran "donde les dé la gana y que en su interior duerman familias enteras, dejando de lado los campings de O Grove que ya están preparados para ello y que pagan sus impuestos para prestar estos servicios". Y eso, a la postre, parece ser lo que está ocurriendo en la villa, un verano más.

Tal y como denuncian ahora en Empresarios Grovenses de Bens e Servicios (Emgrobes), el portavoz galeguista hace cuatro años, Alfredo Bea, ya advertía de "un mal uso del terreno público, ya que como bien indica la ley, en caso de encontrarse en tránsito la estancia de las autocaravanas no podrá superar una noche, y siempre dentro de las zonas habilitadas por el Concello".

Esto quiere decir, y es lo que recuerda también el PP, que "no está permitido pernoctar en una autocaravana en los espacios públicos municipales no delimitados al efecto o fuera de campings, como tampoco se permite fuera de los espacios habilitados por el Concello para vehículos en tránsito".

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