A Illa vuelve a encajar otro golpe, uno de esos que son difíciles de asimilar y de digerir, por la juventud de la víctima y por las circunstancias en las que ocurre. Rubén Acha Oubiña, de tan solo 31 años de edad, perdía ayer la vida al chocar la embarcación con la que trabajaba como buceador contra una batea. El siniestro ocurrió sobre las 13.30 horas, cuando el joven y un tío suyo regresaban a puerto para descargar las capturas de navaja de la jornada. Muy cerca del muelle de O Cabodeiro, el destino hizo que la embarcación se estrellase contra un parque de cultivo. Las razones por las que ocurrió las está investigando la Guardia Civil.

En el choque, el joven se estrelló contra el compresor que utilizan para bucear, sufriendo un golpe fortísimo en la cabeza, mientras su compañero de embarcación salía ileso del accidente. La embarcación en la que viajaban apenas sufrió daños.

El propio tío y un trueleiro que se encontraba en la zona se percataron de forma inmediata de la gravedad de lo ocurrido. Alertaron al 112 del accidente y comenzaron las tareas de reanimación mientras se dirigían al muelle de O Cabodeiro, el más próximo a la zona del accidente. Allí se presentaron dos ambulancias del 061 y se movilizó el helicóptero que aterrizó en la zona mientras los sanitarios luchaban por salvarle la vida al joven. El esfuerzo resultó en vano y acabaron certificando su fallecimiento ante las muestras de dolor de familiares y amigos que se presentaron en la dársena muy poco después.

Durante varias horas, el cuerpo del fallecido permaneció en la dársena a la espera de la llegada de los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil y del juez de guardia de Vilagarcía, que ordenó sobre las 16.00 horas el levantamiento del cadáver. El cuerpo del joven isleño fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Pontevedra para la práctica de la autopsia y el sepelio se celebrará a lo largo del fin de semana.

Tanto Rubén como su familiar eran marineros experimentados y conocedores del entorno, a lo que se une que la jornada de ayer no presentaba ningún tipo de complicación para la navegación en la ría de Arousa, con el mar en calma y buena visibilidad. La Cofradía de A Illa se encargó de retirar la lancha de la dársena de O Cabodeiro y trasladarla a la antigua lonja de O Xufre, donde permanecerá guardada los próximos días.