En plena era de las telecomunicaciones, la comarca de O Salnés todavía cuenta con muchas zonas que carecen de conexión de banda ancha a internet, algo que están tratando de solucionar empresas y administraciones públicas. Entre estas últimas se encuentra el Ministerio de Asuntos Económicos que, a través de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, ha sometido a consulta de todas las partes interesadas (operadores, administraciones públicas, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y otros agentes), la relación preliminar de zonas blancas y grises, es decir, aquellas que carecen de cobertura de redes de banda ancha para solventar esta situación a través de ayudas europeas.
En este sentido, el objetivo es que más de 1.700 viviendas en la comarca de O Salnés y Ullán puedan contar con este servicio en 2021, facilitándoles el acceso a una conexión de 100 megas. En estos momentos, el municipio que cuenta con un mayor porcentaje de su superficie conectado a banda ancha es el de Vilagarcía, donde el 82% de la población dispondría de este servicio. Su carácter urbano favorece esta situación, mientras que los que se encuentran en una peor situación son los de Meaño y Meis, en los que poco más del 10% dispone de banda ancha debido a su característica de municipios rurales. En lo que respecta al resto de municipios, tan solo otros dos de O Salnés pasan del 50% de las viviendas conectadas a internet de banda ancha, casos de O Grove y Cambados.
La villa del albariño, que cuenta con un 62% de su superficie cubierta por la banda ancha, tras un proyecto de acercamiento de la misma al rural, tiene pendiente el reto de suministrar este servicio al casco histórico, donde se ha encontrado con ciertos problemas para dotar de banda ancha todas las viviendas. Los puntos que carecen de alta velocidad en internet serían San Tomé, Os Olmos, O Brexo y la zona histórica de Fefiñáns, sobre todo porque la única opción con la que se cuenta para extender el cableado es utilizar el actual, enganchado a las fachadas de las viviendas, al carecer de conexión soterrada. En total serían más de 600 las viviendas que pueden beneficiarse de esta iniciativa del Ministerio de Asuntos Económicos que pretende estar en marcha en 2021.
Tratando de buscar una solución para el casco histórico, explica el edil de Economía, Xurxo Charlín, "hemos metido estos espacios del casco urbano como zonas blancas y, a través de un convenio con Retegal, queremos realizar un despliegue similar al que se acometió en Santiago de Compostela, en su casco histórico". Los diferentes agentes implicados en este proyecto van a tener una reunión en breve para poder diseñar un plan de extensión de la fibra óptica. No son los únicos puntos que se están tratando en Cambados, ya que, en el día de ayer, el Concello mantuvo una reunión con los vecinos de As Laxes por esta cuestión tratando de buscar una solución al problema que existe en la zona para que llegue el cableado de la fibra óptica.
Tras Cambados, el municipio que trata de conseguir que un mayor número de viviendas cuenten con fibra óptica es Vilanova, donde se trabaja para que 364 casas de Fonsín, Cálago o Dadín cuenten con este servicio. En Vilagarcía, las viviendas beneficiadas serían 177, mientras que en Pontecesures la cifra alcanza las 91. Meis, Ribadumia y A Illa, este último con tan solo tres, son los que menos se van a beneficiar.
