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El turismo "salvaje" arriesga el futuro de los espacios dunares protegidos en A Illa

Autocaravanas estacionadas durante días y coches circulando por sendas peatonales se han convertido en parte del paisaje

El turismo "salvaje" arriesga el futuro de los espacios dunares protegidos en A Illa

Cada verano, A Illa sufre una invasión de vehículos. Esta circunstancia se ha convertido en un mal endémico difícil de solucionar al contar tan solo con un acceso que se tapona, especialmente durante los fines de semana. Sin embargo, este verano, el colapso viario habitual ha pasado a un segundo plano ante el "desmadre" que está sufriendo el municipio, con agresiones flagrantes a espacios naturales por parte de muchos vehículos. Es por ello que urge un plan de tráfico que no solo regule la entrada de vehículos, sino que sancione duramente a quien lo incumple.

Uno de los grandes problemas de los últimos años ha sido la proliferación de autocaravanas, una situación que se ha agravado este año con la crisis de la covid-19, por ser uno de los modos más seguros de hacer turismo. Gran parte de las autocaravanas cumplen con la normativa que no les permite acampar y permanecer estacionados durante más de 24 horas en un mismo lugar, pero hay un buen número que lo desobedece. Un ejemplo es el estacionamiento de O Bao, donde un buen número de estos vehículos permanecen parados durante días en las plazas que no les corresponden. En ese punto se han interpuesto este verano una veintena de denuncias por parte de la Policía Local pero, hasta las lluvias de ayer, poco efecto habían tenido en el comportamiento de muchos conductores.

El entorno de Gradín es otro de los puntos donde se registra el principal problema. El Concello instaló el pasado año en ese punto una señalización prohibiendo el estacionamiento de todo tipo de vehículos entre las 22.00 y las 10.00 horas, una prohibición que muchos ignoran para pasar la noche estacionados, e incluso, acampados al lado de la playa, sin tener en consideración que lo hacen sobre un espacio dunar, con el consiguiente daño que provocan al medio natural. Algo muy similar ocurre en Riasón, donde también se encuentran autocaravanas y vehículos aparcados encima de la duna.

La situación está provocando un profundo malestar entre los vecinos de A Illa, sobre todo a través de las redes sociales por el daño que "están provocando en lo que debería considerarse como un paraíso". La única opción viable, señalan, pasa por regular los estacionamientos habilitando un espacio determinado, algo que se ha hecho en municipios como Boiro, y prohibir el estacionamiento de autocaravanas en el resto del municipio. "Sería pagando y con los servicios necesarios para evitar el daño que están provocando en estos momentos".

Las autocaravanas no son los únicos vehículos que están causando serios problemas en A Illa. También los coches particulares han protagonizado algunas situaciones rocambolescas más allá de estacionar en zonas prohibidas en puntos como los accesos al parque de Carreirón, a la playa de Area da Secada o a O Bao. El más lamentable ocurrió la semana pasada, cuando un vehículo aprovechó la retirada de los pivotes que protegían la senda peatonal del faro de Punta Cabalo, para circular hasta la playa de O Naso, una circunstancia que indignó por completo a los vecinos. No ha sido la única, ya que en el paseo de A Salga, a pesar de no contar con salida, también se han metido varios coches este verano. Respetar las señales de circulación prohibida tampoco se ha estilado mucho este verano, algo que ocurre de forma constante en la plaza de O Regueiro, donde muchos vehículos optan por enfilar hacia O Charco pese a infringir las normas de circulación. En ese punto, en la madrugada del pasado sábado, un vehículo aprovechó una señal móvil para estacionar en plena carretera y desviar el tráfico por Entrecortiñas, una decisión duramente criticada en las redes sociales. Estacionamientos constantes en líneas amarillas o entorpeciendo la circulación han sido un clásico este verano. Es por ello que muchos vecinos de A Illa reclaman más "mano dura" con aquellos que infringen las normas, y señalan al Concello para que actúe de forma inmediata.

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