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Una promotora musical de Cambados alerta de la profunda crisis que asola al sector

Patricia Hermida, de Dotbeat, señala que "detrás de los músicos hay muchas familias que no pueden trabajar" - Apunta que "un concierto también puede ser un lugar seguro"

Patricia Hermida trabaja para la empresa encargada de los eventos de la Festa do Albariño. // Noé Parga

La situación derivada del Covid también está generando unos efectos devastadores en el sector de la industria musical y de eventos. Las cancelaciones se han convertido en el pan de cada día atentando contra los intereses de un colectivo que reduce a la estacionalidad del verano un amplísimo porcentaje de su facturación anual

Patricia Hermida, de la empresa promotora Dotbeat con sede en Cambados, fue rotunda al respecto al señalar que "hay muchísimas familias que viven de los eventos musicales. El problema es muchísimo más grave de lo que pueda parecer porque la gente a veces no sabe que detrás de unos músicos hay mucha gente trabajando para que ese evento pueda ser posible".

Conscientes de las dificultades que se venían encima, reconoce Hermida que "hay muchos promotores que están haciendo las cosas bien, pese a no contar con un protocolo claro. Nos hemos hecho incluso nuestra propia guía para hacer los pocos eventos que podemos ciñéndonos a los documentos oficiales a nivel general. Lo que no se entiende es que para las verbenas sí hay protocolo y no se está haciendo ninguna".

Recuerdan desde la promotora con sede en Cambados que "lo único que ve la gente es que los músicos no están tocando. Los músicos son grandes damnificados, pero tiene fórmulas alternativas de ingreso como el streaming o la venta de canciones. El verdadero problema es toda la parte técnica que es la que está sufriendo ese choque de cancelaciones. Empresa de seguridad, químicos, vallas, luces, sonido... Solo pueden trabajar con el negocio del directo. Son contrataciones normalmente temporales que implican una estacionalidad. Esta gente se quedó al margen de cualquier tipo de ayuda. Los músicos si tuvieron una línea de prestaciones específica para ellos. No es la panacea, pero por lo menos pueden optar a un mínimo de 4 meses de paro".

Defiende Patricia Hermida que los conciertos son perfectamente viables incluso en esta nueva normalidad, si bien el problema está en la imagen que se asocia a ellos. "La gente asocia siempre la música con desmadre. No entienden todas las medidas que hay detrás de esa música y de esa gente disfrutando con control. Nos falta hacer llegar ese mensaje tranquilizador a la gente y a las administraciones para que de un paso al frente. Se está cuidando eso para que la gente que se anime a ir a un concierto y vea que se encuentra más seguro incluso que en otros lugares", concluye.

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