Jornada trágica y negra fue la que se vivió ayer en A Illa debido a la muerte, en diferentes circunstancias, de dos personas muy conocidas en el municipio y que dejaron un gran poso de dolor en este municipio de apenas 5.000 habitantes. El primero de los fallecidos fue un joven de tan solo 24 años que, sobre las 4.10 horas de ayer, perdía el control del quad que conducía y se estampaba contra la cristalera de un establecimiento comercial situado en la avenida Castelao.

El choque fue brutal, sufriendo múltiples heridas, especialmente en el lado izquierdo de su cuerpo. Un particular alertó al 112 de lo ocurrido, poniendo en marcha a los servicios de emergencias. Hasta el lugar sed desplazaron una ambulancia del 061, efectivos de Protección Civil de Cambados y agentes de la Guardia Civil de Tráfico. Durante varios minutos, el personal del 061 trató de recuperar al joven, pero no lo consiguieron, certificando los médicos su fallecimiento.

El joven, Adrián L.B., de 24 años, pertenece a una familia muy conocida del municipio. Su padre es un conocido comercializador de mejillón, mientras su madre es propietaria de un establecimiento hostelero situado a escasos metros de donde se registró el accidente. Las causas del siniestro están siendo investigadas por los agentes de la Guardia Civil de Tráfico, ya que el accidente tuvo lugar en un punto donde la avenida Castelao que se estrecha, pero en el que nunca se habían registrado siniestros de esta gravedad. El joven viajaba con casco y conducía de manera habitual el vehículo por lo que es difícil determinar cuales pudieron haber sido las causas de que se saliese de la calzada y chocase contra la cristalera. El vial estuvo cortado al tráfico durante varias horas, mientras se retiraban los restos del accidente.

Cuando todavía los vecinos del municipio no habían asimilado la trágica noticia con la que se habían levantado, llegó otro golpe. Sobre las 11.30 horas el sonido de las sirenas de una ambulancia y del coche de la Guardia Civil rasgaron el silencio en el que se sumía el municipio. Los dos vehículos enfilaron por el vial de acceso a O Xufre hasta detenerse a las puertas del restaurante O Pescador. Allí, unos minutos antes, se había encontrado inconsciente el cuerpo de la propietaria del establecimiento, Ramona C. P., de 53 años de edad. Los sanitarios intentaron de forma infructuosa salvarle la vida, pero no lo consiguieron, decretando su fallecimiento en el lugar. Las primeras hipótesis apuntan a un infarto como el posible causante de la muerte, aunque será la autopsia y la investigación abierta por la Guardia Civil la que determine como ocurrió.

Al igual que el joven, la mujer pertenecía a una familia muy conocida de A Illa, con un hermano que preside la Agrupación de Mexilloeiros AMI-San Esteban, por lo que lo ocurrido causó una gran conmoción. La mujer había estado emigrada en Alemania durante mucho tiempo, aunque regresó a A Illa hace unos ocho años, cuando decidió impulsar su propio negocio abriendo un restaurante muy próximo al mar en la zona de Cabodeiro.