La plaza de abastos de Vilagarcía funcionó ayer "como muy pocas veces", según indicaban las pescantinas cuando estaban en plena actividad. Registró una afluencia de visitantes que tildan de "masiva" y, a su vez, dio origen a "importantes ventas", registrándose un ambiente para muchos de los vendedores "inimaginable" hace solo unas semanas.

La positiva respuesta del público, que tiene mucho que ver con la "gran cantidad de turistas" que disfrutan de sus vacaciones en la ciudad y otros puntos de la comarca de O Salnés, no solo disparó las ventas de "productos estrella" este verano, tales como la nécora, mejillón, camarón o cigala, sino que se hizo notar también en el tradicional mercadillo ambulante que se desarrolla en el entorno de dicha plaza.

La, por momentos, frenética actividad registrada ayer, se trasladó durante toda la mañana -la tarde estaba reservada para las playas- al pequeño comercio de la localidad y al sector hostelero, con sus terrazas a tope.

Ni que decir tiene que las pescantinas de la Plaza Municipal de Abastos de Vilagarcía no ocultaban su satisfacción por este espaldarazo a su actividad después de los difíciles meses vividos desde que se decretó el estado de alarma sanitaria por el Covid-19.

"Marisco a lo loco"

"No podemos quejarnos porque estamos vendiendo tanto o más que otros años", decía una de las placeras. "Nadie podía imaginar que con esto de la pandemia pudiéramos tener tanta gente este verano", apostillaba otra.

Rosi Señoráns, una de las vendedoras consultadas, no dudaba en señalar que "se está vendiendo marisco a lo loco". En su puesto ha notado que "hay más gente que cualquier año y da igual que sea jueves o sábado".

Pescado "grande"

Esto la lleva a aclarar que sus clientes "demandan nécora (que ayer vendió a 38 euros el kilo), camarón (a 30 o 60 euros), mejillón (1,80), percebe (a 38), cigala (entre 30 y 45 euros) y mucho pescado grande, como lenguado, rodaballo o lubina".

En esto último coincide Peregrina Abad, en cuyo puesto, Mariscos Sabarís, "está teniendo una enorme demanda el pescado, sobre todo la lubina grande (a 30 o 35 euros) y el rodaballo (35)".

Eso sin olvidar el interés que siempre despierta el pescado "menudo", como el chincho, la xouba, la sardina y el jurel.

"Lo cierto es que hay muchísima gente y estamos trabajando mucho mejor de lo que esperábamos", confiesa Peregrina Abad.

Mejillón y buey

Es algo parecido a lo que opina Begoña Fidalgo, en cuyo puesto, repleto de almeja, berberecho, nécora, buey de mar y mejillón, también se despachaba a gran ritmo durante toda la mañana de ayer, como en la mayoría de los existentes en este mercado "de proximidad y confianza".

Coincide con lo apuntado la vilaxoanesa Carmen Soto, que mientras atendía a sus clientes, una pareja de turistas llegados de Madrid, presumía de la "enorme calidad" de los productos gallegos que pueden encontrarse "totalmente frescos" en este mercado.

Precio elevado en lonja

"Hay mucha más gente de la que esperábamos y se está vendiendo muy bien, a pesar de que el precio en lonja del pescado está siendo elevado", explicaba esta vendedora a FARO.

A lo que añadía: "Lo que más demanda tiene es el marisco, sobre todo la cigala, el bogavante y la nécora, aunque escasea este verano".

Cerca de este puesto, donde tiene especial tirón la "xouba do xeito", está el de Eva Torrado, que ayer constataba la importante demanda de nécora, camarón y percebe, al igual que de lenguado y merluza.

Con mascarillas

La otra lectura positiva, y en ello también inciden los vendedores de la plaza y el mercadillo ambulante, es que, aún siendo prácticamente imposible mantener la distancia de seguridad en estos espacios, sí se observaba ayer que la mayoría de los ciudadanos usan mascarilla de protección frente al coronavirus.