Cada verano, el islote Areoso soporta una presión turística para la que no está preparado, algo de lo que el Concello y la Cofradía de A Illa llevan alertando desde hace años sin que la administración autonómica, en este caso la Consellería de Medio Ambiente, adopte las medidas adecuadas de protección. La pervivencia del islote está en juego pero "nadie responde a nuestros gritos de alerta sobre ello", explicaba ayer la edil de Medio Ambiente Gabrielle von Hundelshausen.
Desde antes de convertirse en edil de Medio Ambiente, A Illa está reclamando la limitación de acceso al islote y medidas de protección severas para evitar el camino irreversible hacia la desaparición de la duna que parece que ha iniciado. Reuniones con Medio Ambiente sirvieron para arrancar el compromiso de elaboración de un plan de protección en el que iban a colaborar las universidades gallegas.
Desde ese anuncio han pasado dos años y "seguimos sin ningún tipo de noticia al respecto y situaciones como las que se han vivido este mes de julio, especialmente los fines de semana, hacen que nos desesperemos; llevamos años de reuniones, pero sin ningún avance significativo pese a tratarse de un espacio protegido por Red Natura y el convenio Ramsar". Las únicas medidas que se han adoptado en los últimos años han sido la de evitar el acceso de embarcaciones a motor a la playa y la de no pasear por las dunas, pero "no siempre se cumplen y no hay vigilantes para controlar que eso suceda". Tampoco han servido de mucho los paneles informativos situados en los muelles de la ría, la mayor parte de ellos ya dañados o ilegibles.
Von Hundleshausen insiste en que lo que necesita el islote es "un plan de usos que regule el acceso y que este se realice con guías que conciencien a los visitantes del valor medioambiental, económico y arqueológico con el que cuenta Areoso". De hecho, en su día se barajó la posibilidad de impulsar un sistema similar al que se utiliza en la playa de As Catedrais, pero aquello "se quedó en un comentario y, la verdad, no sabemos que más tenemos que hacer para que se le haga caso al Areoso de una vez por todas". A las quejas del Concello de los últimos años, se ha unido recientemente la Sociedade Galega de Ornitoloxía que reclaman a la administración autonómica una reacción inmediata para preservar la flora y la fauna de este espacio
Una de las grandes preocupaciones del Concello es la gran cantidad de empresas que ofertan viajes y desplazamientos de grupos hasta Areoso. En ese sentido, el Concello quiere que Medio Ambiente le pase un listado de las empresas que cuentan con permiso para este tipo de excursiones, porque "creemos que algunas carecen de él, y eso debería controlarse para evitar la masificación que sufre el islote".Es cierto que la mayor parte de las empresas cumplen con las normas que existen pero "creemos que se deben controlar de forma inmediata la actividad de algunas webs y folletos que venden viajes a Areoso cuando no cuentan con los permisos necesarios y queremos saber cuales son".
La edil también apunta que viajar a Areoso se ha convertido también en un riesgo para los bañistas a causa de la masiva presencia de motos acuáticas. "Circulan sin respetar las boyas y se acercan as tierra, incluso, cuando hay pleamar, algunas cruzan el istmo, inundado por la marea, con el riesgo que eso supone para las personas que están en el agua, sin que nadie impida este tipo de acciones".
La concejala isleña es clara: "si no actuamos de forma inmediata, poniendo las medidas de protección inmediata, acabaremos viendo como el Areoso se nos va y no quedará mucho para poder disfrutarlo, por eso la Xunta debe ponerse manos a la obra cuanto antes".
