La Guardia Civil desalojó el pasado domingo a una veintena de personas que estaban celebrando una fiesta a bordo de un velero fondeado en la costa a la altura de A Illa de Arousa. La apertura del expediente respetar las distancias sociales exigidas en las normas sanitarias del Covid-19 y porque ninguno de ellos portaba las mascarillas de uso obligatorio.

La incidencia se detectó a última hora de la tarde del lunes, a raíz de una alerta que se recibió en el Centro Operativo Complejo (teléfono 062) de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, informando de que se estaba celebrando una fiesta con música y con mucha gente a bordo de una embarcación, cerca de A Illa de Arousa.

A las 20.50 horas, la patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil localizó el velero fondeado en las proximidades de una playa, pudiendo observar que en la cubierta había una importante aglomeración de gente sin respetar la distancia mínima de seguridad, consumiendo bebidas alcohólicas y sin hacer uso de las mascarillas.

Al proceder a la inspección del velero se pudo comprobar que había sido alquilado por un vecino de Vilanova de Arousa que, a pesar de que se hacía pasar por el patrón del barco, no llegó a presentar ningún título administrativo que lo habilitase para esta función, explican en la Guardia Civil. También carecía del contrato de arrendamiento y no pudo acreditar que estaba al corriente de pago del seguro de responsabilidad civil obligatorio, explican.

Dentro del mismo orden de actuaciones señalar que a pesar de que el pasaje máximo autorizado para este velero es de 12 personas, se contabilizaron 22 ocupantes, que fueron sorprendidos cuando estaban celebrando una fiesta, consumiendo bebidas alcohólicas, la mayor parte sin mascarillas y sin respetar la distancia interpersonal que determinan las medidas sanitarias y de seguridad que establecen los protocolos del Covid-19.

La incidencia concluyó con la disolución de la fiesta y el traslado del velero al muelle de Vilanova de Arousa. Al mismo tiempo, se formularon las preceptivas denuncias administrativas que se remitieron, por distintas razones de competencia, a la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia y a la Capitanía Marítima de Vilagarcía.

En esta línea, todas las administraciones insisten en la necesidad de adaptarse a las medidas sanitarias. Los rebrotes y falta de concienciación social que se advierten, especialmente en materia de ocio, están haciendo planear la posibilidad de la vuelta a una situación de confinamiento.