El centro artístico Chassé, de Ribadumia, fue pionero en la comarca en dar clases de "pole dance", o baile en barra, una disciplina antigua que se popularizó en Inglaterra en los años 80 y que consiste en ejecutar movimientos de baile en torno a una barra vertical fija. Asociado a veces a los espectáculos de "streptease", se trata en realidad de una modalidad deportiva exigente, ya que requiere ciertas dosis de fuerza y flexibilidad. Antes de la pandemia, estudiaban y practicaban "pole dance" casi medio centenar de personas en el centro Chassé; ahora quedan 40.

"Después del coronavirus tuvimos un bajón grande de alumnos en el centro, sobre todo de niños. Volvieron pocos, y de hecho ya tuvimos que anular algunas clases", explica la directora de la escuela, Eva Lede. En Chassé dan clases de muchas disciplinas distintas: "pole dance" y "exotic pole" (que se practica con unos enormes zapatos de tacón), pilates, aeroyoga, yoga, ballet, gimnasia rítmica, capoeira... Y si bien en términos generales, el número de alumnos mermó tras la crisis sanitaria, "en pole dance y pilates seguimos prácticamente con la misma gente".

De todos modos, ya nada es igual. Aunque en las clases los alumnos pueden estar sin mascarilla, ya que hacen deporte a dos metros de distancia de cada compañero, sí es imprescindible en todos los demás espacios del centro. Asimismo, al entrar hay que desinfectar el calzado en una alfombra, y los zapatos quedan en la entrada. Las clases de "pole" también han cambiado, puesto que antes usaban cada barra dos alumnos, y ahora es individual. Eso, y la limpieza y desinfección constantes propician que, "estemos dando el doble de clases para el mismo número de alumnos, o menos".

Antes de la pandemia, las clases se programaban de hora en hora. En estos momentos, entre una y otra hay que dejar un cuarto de hora para que el personal del centro limpie cada estancia. Los alumnos, por su parte, desinfectan el material de cada uno.

Eva Lede plantea que la crisis sanitaria ha supuesto un serio revés económico para centros deportivos y artísticos como el suyo. Pero también ha aguado más de un sueño. En octubre, un grupo de niñas que hacen "pole" iban a participar en un torneo en Madrid, pero la organización ha decidido celebrarlo por vía telemática. Eva Lede habló con las familias, y decidieron esperar a 2021, puesto que a las niñas lo que de verdad les hacía ilusión era hacer el viaje y competir delante de un jurado.

La propia Eva Lede está inscrita en un torneo internacional de "exotic pole" que se iba a disputar en junio en Italia, y que se aplazó a octubre debido a la pandemia. Ahora ya hay nueva fecha, pero la directora de Chassé no sabe todavía que hacer pese a tener ya pagados los billetes de avión y comprado el vestido.

Y es el que Covid-19 lo ha trastocado todo. "Ni siquiera me atrevo a comprometerme con la gente que llama preguntando por una plaza para el curso que viene", afirma, sin ocultar su preocupación por el avance de los rebrotes.