Como estaba previsto, al Concello de O Grove no le queda más remedio que gestionar directamente la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) construida en Laxe de Rons-Ostreira. Hace un año, cuando tenía que hacerlo, se negó a recepcionarla, aludiendo a supuestas deficiencias técnicas, y aquello obligó a la Xunta a tomar las riendas de las instalaciones.
Aquella decisión salió cara a las arcas municipales, ya que el Gobierno gallego le pasó al cobro los recibos correspondientes. Pero esto se acabó y la Administración local se dispone a asumir su responsabilidad a partir del día 15.
Un protocolo específico
Así lo anunció ayer el alcalde, José Cacabelos, al decir que su gobierno "lleva varias semanas trabajando en el 'protocolo de recepción de la Estación de Depuración de Aguas Residuales', que debe pasar a ser mantenida y gestionada con fondos municipales".
Para hacer realidad esta hoja de ruta se celebraron ya diversas reuniones entre los representantes del Concello, sus técnicos, la directora y el personal de Augas de Galicia, la empresa Tragsa -que se ocupó inicialmente de la gestión- y una consultora externa contratada por el propio ejecutivo local "para que nos asesore en este complejo y problemático proceso".
Dicho lo cual, Cacabelos insiste en que "la asunción de este servicio supondrá un gran esfuerzo para los servicios de aguas municipales, que deberán ser reforzados".
En este sentido, procede destacar que el Concello puso en marcha un proceso de contratación de personal "a través del cual se incrementará la plantilla con dos personas para este fin, con lo que se mantendrá un equipo permanente de cinco operarios".
El regidor puntualiza que a esos trabajadores "hay que sumar las dos personas que ya trabajaban en la EDAR y que el Concello se ve obligado a incluir en su cuadro de personal".
Cacabelos termina diciendo que "estos esfuerzos tratan de conseguir que el servicio sea óptimo y que el proceso de traspaso de la EDAR se realice con totales garantías".
Procede reseñar, cuando el alcalde habla de "esfuerzos", que también lo hacen los vecinos, pues a propuesta del gobierno socialista se tomó la decisión de subir la tasa de saneamiento -a pesar del rechazo de PP, BNG y EU- con la intención de hacer frente a 300.000 euros derivados del gasto de casi 495.000 correspondiente a la EDAR.
