La asociación de vendedores de la plaza de abastos de Vilagarcía ha convocado hoy a una reunión a todos los concesionarios del mercado, así como a las agricultoras de la plaza de la verdura, pues la reorganización del mercadillo "es algo que nos afecta a todos", justifica el presidente del colectivo, Juan Carlos López, quien considera que el gobierno local "quiere acabar" tanto con la feria como con el propio mercado municipal al plantear el traslado de los puestos de los ambulantes al parque de A Xunqueira, dejando libres Alexandre Bóveda, Doutor Carús y la avenida de A Mariña.

De llevarse a cabo esta propuesta, el mercadillo se alejaría de la plaza de abastos y "podría ser el fin para nosotros", advierte López. Y es que la feria y el mercado se retroalimentan, ya que comparten muchos clientes.

Feriantes y placeros están unidos en esta lucha y no descartan emprender movilizaciones conjuntas si la decisión final no les convence. Los ambulantes desconvocaron la manifestación que habían anunciado para mañana martes al existir diálogo por parte del Concello para buscar emplazamientos alternativos al de Alexandre Bóveda, donde con la reorganización solamente se mantenía una hilera de puestos en un lateral de la calle para dejar un doble carril de circulación permanente, también durante al celebración del mercadillo.

Xunqueira o Plaza de Galicia

Los feriantes protestaron por esta decisión del Ayuntamiento y fue entonces cuando desde Ravella les plantearon la opción de A Xunqueira, que no les convence, ni a ellos ni a los placeros. La alternativa puesta encima de la mesa por los ambulantes fue la calle Castelao, Plaza de Galicia y Rey Daviña, si bien ellos prefieren quedarse como estaban: ocupando todo Alexandre Bóveda y sin tráfico.

El gobierno vilagarciano y los feriantes se vuelven a reunir el miércoles, cuando se les comunicará una decisión definitiva.

Además de por las decisiones del actual ejecutivo socialista, los placeros también están en pie de guerra "por sus formas". "No son los mismos que los del anterior mandato. Nos dijeron que el Concello no tiene obligación de tener la plaza de abastos abierta, y en el comunicado que sacaron tras nuestra marcha de la campaña "Son da casa!" decían que habíamos podido trabajar durante el estado de alarma; hablan como si nos hiciésemos ricos", lamenta Juan Carlos López. "Están jugando con el pan de muchas familias", advierte el presidente de la asociación.