Hace poco más de un año la comunidad de montes de Noalla y el Concello de Sanxenxo, atenazados por los varapalos sufridos, parecían desistir de reivindicar la titularidad del istmo y la playa de A Lanzada.
De este modo parecían centrarse en reclamar como monte en mano común una superficie de 106.456 metros cuadrados situados en su propio ayuntamiento.
Pero en esa superficie total se incluían unos 1.400 metros situados en territorio grovense, lo cual llevó a la comunidad de montes de San Vicente de O Grove a personarse en el proceso judicial para tratar de conservarlos.
Había sido la férrea defensa ejercida por la comunidad de San Vicente, con el abogado Avelino Ochoa como artífice, la que frenó las ansias "invasoras" de Sanxenxo. También la postura del Concello de O Grove y la comunidad de Montes de San Martiño, que no reconocen ningún derecho a Noalla, ni siquiera dentro de Sanxenxo.
