El camino no fue fácil, pero la playa de Compostela ya vuelve a ondear la bandera azul después de once años, ya que en 2009 perdió el distintivo debido a la calidad del agua. Con "esfuerzos" -admite el alcalde Alberto Varela-, el gobierno de Vilagarcía consiguió poco a poco mejorarla hasta llegar a ser "excelente", calificación que exige la Adeac para conceder la enseña. "Cuando llegamos al gobierno tuvimos que limpiar toda la tubería de Rosalía de Castro que estaba llena de arena", recuerda el regidor, a lo que hay que sumar la renovación del bombeo de Carril, que puso freno a los vertidos en el arenal urbano de Vilagarcía.
Recientemente, justo después de que la Adeac anunciase que la Compostela recuperaría este verano la bandera azul y a las puertas de la temporada estival, el Concello cerró la playa al baño debido a un episodio contaminante que finalmente se quedó en algo "puntual y pasajero".
Pero para conocer el resultado del contraanálisis, Ravella tuvo que esperar varios días, una demora que Alberto Varela considera excesiva, por lo que solicita a la Consellería de Sanidade mayor agilidad, tanto a la hora de comunicar las analíticas a los municipios (en este caso la muestra se tomó un martes y se informó al Ayuntamiento un jueves), como de efectuar un nuevo análisis que corrobore que la concentración microbiológica continúa por encima de los niveles recomendados para el baño o que la incidencia ya está corregida, como ocurrió en Vilagarcía.
El contraanálisis no se realizó hasta el domingo y hasta el lunes, cuando llegaron a Ravella los resultados, no se pudo reabrir el arenal, que permaneció durante todo el fin de semana cerrado al baño, lo que perjudica la imagen de la Compostela. "Esto le puede pasar a más playas en plena temporada, cuando la Xunta debería de disponer de un servicio de urgencia", considera el alcalde vilagarciano. Actualmente los análisis de las aguas marítimas de Galicia están externalizados en una empresa.
Problemas
Con respecto a las características de la Compostela, Varela reconoció que pese a haber recuperado la bandera azul gracias a sus servicios, y sobre todo a su calidad del agua, "todavía queda mucho por hacer y seguiremos trabajando para acabar con los molestos pinchos [abrojo] y para dinamizarla; este verano ofreceremos actividades dirigidas sobre todo a los niños, que completaremos el próximo año con las piscinas de agua salada que construiremos con fondos europeos en A Concha".
El primer edil se mostró consciente de "los handicaps" que tiene la Compostela con respecto a otras playas, ya que "se comparte con el marisqueo y el muelle Comercial, pero sigue siendo un reclamo y la playa de los compostelanos", aseveró el alcalde.
Aprovechando la pandemia del Covid-19 y que en esta coyuntura muchas personas apuestan por un turismo de proximidad para disfrutar de sus vacaciones o de sus escapadas de fin de semana, el Concello de Vilagarcía dotará este mismo mes de julio a la Compostela de una oferta lúdica y deportiva que consistirá en un parque flotante de casi 30 metros de largo, un rocódromo y alquiler de pedaletas, kayaks y tablas de padelsurf. De las actividades se encargarán dos empresas.
Durante el izado de bandera en la Compostela, el alcalde estuvo acompañado de los concejales de Medio Ambiente y Playas, Diego García; Turismo, Álvaro Carou; Limpieza, Lino Mouriño; y del diputado socialista Julio Torrado. Después la comitiva se trasladó a Bamio a izar la bandera de O Campanario.
