A las nueve menos diez de la noche entraba el candidato del PP a revalidar la presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la terraza de Martín Códax, donde arropado por representantes y simpatizantes de su partido (el aforo era limitado) ensalzó las bondades de Cambados, como su vino, y recordó algunas de sus inversiones en la comarca en estos once años de gobierno, como los 10,5 millones del Hospital do Salnés, las depuradoras de Cambados y Ribadumia, la reposición del firme de la Autovía do Salnés o la residencia de mayores cambadesa.

Precisamente la tercera edad fue uno de los colectivos a los que Feijóo se dirigió expresamente, garantizándole que ir a votar el 12-J es "totalmente seguro".

Las familias, con la gratuidad del segundo hijo y sucesivos en las guarderías (única comunidad autónoma en España con esa medida), con la construcción de "casas nido" en municipios de menos de 5.000 vecinos o con el disfrute de 54.000 Tarxetas Benvida; la juventud, viviendo en una comunidad que lleva más de una década sin subir las tasas universitarias -recordó el candidato- también estuvieron en el discurso electoral. Tampoco faltaron el mar, el sector lácteo, la sanidad, la dependencia y la atención social: "Hablan de la Renta Mínima Vital como si la inventaran ahora. En Galicia creó Fraga la Risga hace 29 años".

Pero lo que quiso asegurar Feijóo a los cambadeses es que no es un "cuentacuentos": "Tenemos una crisis como una montaña, una crisis de cañón, y estamos con Trankimazin, que son los ERTEs, y cuando se acaben vamos a saber lo que vale un peine". No obstante, aseguró tener "herramientas" para solucionarla.