El consumo de internet se disparó durante el confinamiento. Con millones de personas teletrabajando, familias y amigos separados, niños y adolescentes sin colegios ni poder reunirse con sus amigos, los tráficos de internet crecieron exponencialmente durante la crisis.
En este caso concreto, la investigación se circunscribió a personas de entre 18 y 30 años, y se detectó que el 20 por ciento hacen un uso problemático de las redes. Además, el 9% del total de los encuestados dieron respuestas compatibles con una adicción a los videojuegos. Un peligro que el confinamiento aumentó considerablemente debido al encierro y a la desaparición de muchas otras formas de entretenimiento.
Víctor Villanueva señala que han detectado que existe una relación clara entre, "el uso problemático de internet y la adicción a los videojuegos", y considera que en este aspecto es fundamental el control familiar.
No obstante, en la pandemia se produjo una situación especial, y es que para poder imponer unas normas con autoridad es necesario predicar con el ejemplo, y durante el confinamiento eso no siempre fue posible, "porque los padres también pasaban muchas horas delante de las pantallas", ya fuese por trabajo, para informarse o para estar en contacto con sus familiares y amigos.
Pero los psicólogos consideran que no por ello hay que demonizar internet ni renunciar a la educación de los hijos y a la imposición de límites, tanto en horas como en tipología de los juegos. "Es importante que los padres expliquen a sus hijos por qué es fundamental lo que hacen ellos por internet, ya sea trabajar o hablar con un familiar".
