El funcionario de Aduanas de Vilagarcía detenido el miércoles por colaborar presuntamente con al menos una organización de narcotraficantes fue enviado a prisión a última hora del sábado.

La juez de instrucción de Vigo que coordina la causa por los 4.000 kilos de cocaína alijados a bordo del MV Karar,MV Karar y atribuidos a una banda supuestamente liderada por Juan Carlos Santórum, ha ordenado ahora el ingreso en prisión del funcionario del Servicio de Vigilancia Aduanera, que presuntamente estaba cobrando de los narcotraficantes a cambio de información. Hay que recordar que cuando a mediados de mayo estalló la operación con el apresamiento del barco, Santórum logró escapar del cerco policial, lo que indica que probablemente fue avisado de que le seguían los talones.

Pablo S. es natural de Rois, en la provincia de A Coruña, y residía desde hace tiempo en Renza, una aldea del sur de Vilagarcía. Tiene unos 40 años, y estaba destinado como marinero en uno de los patrulleros que el Servicio de Vigilancia Aduanera tiene en Vilagarcía. La semana pasada se desplazó a Madrid, y la Policía Nacional lo detuvo el miércoles con la colaboración de Aduanas.

En el momento de su arresto, Pablo S. estaba con un ciudadano colombiano, que presuntamente entregó al agente investigado 370.000 euros dentro de una bolsa. Posteriormente, se registró la vivienda del detenido latinoamericano, y le encontraron cinco kilos de cocaína. También se registró el suntuoso chalé en el que reside Pablo S.Desde hace 2 años

El funcionario era investigado desde hace dos años. Su extraordinario nivel de vida llamó la atención de las fuerzas antidroga, puesto que realizaba gastos que difícilmente podría asumir una persona con un sueldo de funcionario público, por mucho que Pablo S. argumentase que había vendido una herencia y que tenía una explotación grande de albariño

Se estima que el agente invirtió unos 650.000 euros en el chalé de Renza, entre los 450.000 de comprarlos y unos 200.000 gastados en arreglos. Tenía varios coches de gama alta, y le gustaban la ropa y los relojes caros. También tenía una causa judicial abierta porque hace unos meses tuvo un enfrentamiento con un vecino en Portas, a raíz del cual llegó supuestamente a desenfundar su arma.