A la gran cantidad de chiringuitos con los que cuenta A Illa se unirán este verano más, entre ellos el de los hermanos David y Diego García Otero que, pese a lo ocurrido con la pandemia, han decidido seguir adelante con un proyecto que comenzaron a planificar el pasado año.

Así lo reconoce el primero de ellos mientras monta la estructura en las inmediaciones de la Punta do Furado, donde se asentará el chiringuito. "Era una idea que llevábamos madurando desde hace más desde hace más de un año por la afluencia de turistas que tiene A Illa y nos decidimos a hacerlo", explica.

El coronavirus estuvo muy cerca de dar al traste con esta idea, pero con todo el armazón elaborado y viendo que existían unas medidas de protección que podían aplicarse con relativa facilidad en el lugar donde se iba a ubicar, "decidimos seguir adelante pese a la incertidumbre que rodea toda esta situación; la verdad es que gente por las playas, desde que se permite acudir a ellas, se ve, así que veremos que puede pasar". La intención es abrir las puertas a finales de este mes o principios de julio y esperan que "la gente "pierda el miedo a viajar y se anime a acercarse a las playas de A Illa durante el verano".

Lanzarse en esta iniciativa empresarial les llevó a buscar trabajadores para el verano y decidieron buscarlos a través del portal de empleo Milanuncios. Ese anuncio duró tan solo unas horas porque la avalancha que recibieron de demandantes de empleo fue tan brutal que tuvieron que retirarlo.

"Se pusieron en contacto con nosotros personas de Cuenca, de Murcia, de Sevilla, ... dispuestos a venirse para A Illa a trabajar y a dormir en el chiringuito o en su propio vehículo; éramos conscientes de que la situación, por causa del coronavirus, era mala, pero no nos dimos cuenta de hasta qué punto hasta que comenzó a sonarnos el teléfono y nos encontramos con situaciones de verdadera desesperación, dispuestos a cruzar toda España para trabajar", explica David García.