La necesidad de desarrollar una campaña de concienciación entre los vecinos de Vilagarcía de Arousa con el fin de evitar que materiales de autoprotección tan sensibles, como mascarillas y guantes, queden abandonados por cualquier parte de la vía pública, fue expuesta por la concejala de Marea da Vila, María de la O Fernández González, y acogida por el alcalde socialista, Alberto Varela, quien mostró su preocupación por la presencia de estos desechos en las calles de la ciudad.

Varela Paz planteó que el gobierno municipal trabaja en un programa de concienciación destinado a instar a los vecinos a que no arrojen las mascarillas y guantes a la calle, y que tampoco los depositen en contenedores de reciclaje, porque se trata de material que debe ser eliminado y, que por lo tanto, no tiene ningún tipo de reutilización.

Muchos de estos artículos aparecen en la calle, en el entorno de supermercados o establecimientos comerciales donde su uso es obligatorio y algunos clientes, al salir, se los quitan, sin tener en cuenta que no los pueden abandonar en cualquier parte.

Estos productos destinados a evitar posibles contagios de coronavirus, una vez que se desechan, deben ser depositados en el contenedor verde para su eliminación. El problema es que, al ser arrojados en papeleras o cualquier otra zona de la vía pública, muchas veces acaban en cauces fluviales y en el mar, lo que supone un gran riesgo de contaminación ambiental.

No es el único asunto planteado por la portavoz de Marea da Vila a la corporación municipal en materia de Medio Ambiente, ya que también se interesó por los contenedores que están en la zona recreativa de Fontefría, en el monte de Xiabre, que presentaban un aspecto bastante lamentable.

Las quejas vecinales por problemas de contenedores desbordados en A Laxe y otros puntos del término municipal también fueron expuestos al gobierno municipal por los concejales de Vilagarcía en Común, Jesús López, y del BNG, Lucía César. El concejal delegado de Servizos, Lino Mouriño, explicó que durante el confinamiento muchos vecinos hicieron limpieza en sus casas y aumentaron el volumen de residuos, depositando incluso voluminosos, en tanto que el servicio de limpieza mantuvo la recogida normal, aunque se dedicó más a la desinfección de calles. Con la desescalada, están intentando volver a la normalidad.