Para muchos jóvenes que acaban de estrenar la mayoría de edad o que lo harán pronto, el paso por una autoescuela en verano es un momento muy esperado. Sin embargo, en las academias de conducción de O Salnés temen que este año más de uno se quede con las ganas. "Yo soy una persona optimista, y que creo que el verano irá bien", afirma Leticia Ordás, de la autoescuela Toño, de Vilagarcía. Pero acto seguido admite que, "seguramente se pierdan por el camino algunos alumnos por culpa de la situación económica". Hacen el mismo diagnóstico Marta Diéguez, gerente de la Pintos, también de Vilagarcía, y Guillermo Germade, responsable de la autoescuela Germade, situada en O Grove.
Los centros de formación para futuros conductores podían abrir el pasado lunes, al entrar Galicia en la fase 2 de la desescalada. Pero en O Salnés son muchos los que han preferido esperar al lunes próximo, 1 de junio. Pero tanto los que ya han abierto sus puertas como los que lo harán la semana próxima, están adaptándolo todo tanto en las aulas como en los vehículos de prácticas para reducir al máximo el riesgo de contagio de coronavirus.
Control de aforo
Guillermo Germade, de O Grove, es uno de los que se animó a abrir el pasado lunes. Lo hizo solo con clases teóricas, y desde entonces han acudido a las aulas unos 15 alumnos. Esperaba más, pero asume que más de uno tardará a ponerse de nuevo con el carné de conducir, ya sea por el buen tiempo de estos días, las ganas de estar en la calle tras el confinamiento, o el hecho de que estén estudiando para las pruebas de acceso a la Universidad.
En cualquier caso, y por si la afluencia era mayor, formó grupos de un máximo de seis alumnos cada uno, para respetar las normas de distancia social y control de aforo dictadas por el Ministerio de Sanidad. En lo que respecta a las prácticas, las retomó anteayer martes, con cuatro aspirantes.
El dueño de la autoescuela Germade quiere ser optimista, pero asume que este verano tendrán menos gente que otros años. "Esto ha sido un golpe económico fuerte, y se va a notar", aseveró.
En el sector también temen que el retraso a julio de las pruebas de evaluación para la Universidad les reste matrículas, aunque en ese caso Guillermo Germade considera que, "el que tenga la idea de quitar el carné no se va a retraer por eso".
Marta Diéguez, gerente de la autoescuela Pintos, también prevé una caída en las matriculaciones estivales. "Esto nos ha golpeado a todos. Son meses de parón y de incertidumbre y aunque el carné es algo fundamental en la vida, hay ocasiones en que no queda más remedio que esperar". "¿Cómo va a ponerse un chico a sacar el carné de conducir si tiene a sus padres sin trabajo o afectados por un ERTE? Creo que la reactivación será lenta", sostiene la empresaria vilagarciana.
La autoescuela Pintos reabrirá al público el lunes, pero Diéguez ya está trabajando para organizar la vuelta a las clases. A partir de ahora, la mascarilla será obligatoria para estar en el centro, y se aplicará una reducción del aforo del 60 por ciento. Para que sea viable esta reducción de alumnos se han establecido cuatro horarios diferentes -dos por la mañana, y otros tantos por la tarde-, para que coincidan entre sí el menor número posible de personas y se puedan respetar sin problemas los dos metros de separación. Además, se darán facilidades para la formación on line.
Finalmente, Leticia Ordás, profesora de la autoescuela Toño, explica que ellos han retomado las clases, "aunque por el momento solo en horario de mañana". No obstante, en cuanto Tráfico reanude la celebración más o menos normal de exámenes, ellos también incrementarán el horario. En cuanto a las prácticas al volante, prevén retomarlas el lunes, habida cuenta de que la previsión de Tráfico es convocar los exámenes de conducción a partir del 8 de junio.
En lo que respecta a la campaña de verano, que es uno de los momentos de más trabajo en los centros de educación vial, Ordás es positiva. "Por ahora no hay mucha gente, pero empiezan a llamar y a notarse algo de movimiento para el verano".
Como sus compañeros, entiende que ni el miedo al coronavirus ni el retraso de la antigua Selectividad frenarán a quienes quieran empezar a conducir. Pero la economía es harina de otro costal. "Seguramente se pierdan algunos alumnos".
