"Por la mañana tuve la tentación de darme un baño pero la responsabilidad me pudo". Lo dice Luci, una joven vecina de A Garda que acampó durante el fin de semana en la playa de O Bao de A Illa y que expresa a la perfección el comportamiento general en O Salnés, salvo contadísimas excepciones porque la sensación del agua de mar, aunque solo sea hasta la rodilla, es a veces imposible de eludir.

En domingo y con casi 28 grados centígrados de temperatura en el ambiente parecía imposible que nadie o casi nadie infringiera la norma, pero prevaleció el sentido común frente a los deseos de disfrutar del último fin de semana de la Fase 1 de la desescalada por el coronavirus.

Paula y Carmen, de Caldas de Reis, ambas de 25 años, también se animaron solo a pasear a su perrita Dara por el paseo de O Bao."Estamos deseando que abran las playas, a ver si podemos volver el próximo fin de semana a darnos un baño porque mi amiga trabaja mañana -por hoy-", se lamenta la primera.

Mientras, en el parking de autocaravanas Trini y su marido Quique, de Tui, muestran cierto pesimismo por cómo va a transcurrir este verano. "Nos gustaba ir a Portugal pero el paso por la frontera todavía está muy negro; lo único bueno es que pude conocer A Illa, me parece preciosa", reconoce Trini al tiempo que acaricia a uno de los cinco perros con los que acudieron en sus roulotes a pasar el fin de semana.

Hoy ya se permitirá el baño en todos los arenales siempre que se guarden las medidas de distanciamiento social, una medida que retrae a Trini como a otros bañistas. "Yo este año a la playa no voy porque lo de los horarios, los tickets o las cuadrículas va a ser un incordio", protesta la tudense.

Pero esta parece, a priori, la única forma de garantizar la menor prevalencia del contagio. De ahí que el Ayuntamiento de Vilagarcía haga un llamamiento a la "responsabilidad individual" para cumplir con todas las normas de higiene y protección de la salud.

El Gobierno de Varela recuerda que cada persona precisa una superficie de playa de cuatro metros cuadrados, un cálculo que se deberá hacer de forma individual "porque las playas de A Concha-Compostela, Preguntoiro, Campanario (Bamio), A Covacha y Canelas no se van a parcelar".

El Ayuntamiento pone de manifiesto que al igual que los demás municipios costeros de O Salnés "se carece de medios para una vigilancia constante de los arenales" y exponen que la actuación municipal se limitará "a una labor fundamentalmente informativa, mediante carteles y presencia puntual de Protección Civil y la Policía Local".

En un comunicado de prensa, el Ayuntamiento vilagarciano expone que para evitar contagios "los aseos públicos de las playas quedarán cerrados" sin especificar como actuarán respecto de otros servicios como las duchas y fuentes existentes en los arenales. Los grifos de la playa de Compostela estaban activos durante toda la jornada de ayer domingo.

Los paseos y terrazas fueron los espacios más concurridos en la comarca arousana durante la mañana y tarde del domingo.

Muchas familias optaron por disfrutar de la soleada jornada de asueto con largas caminatas por sendas peatonales a orillas del mar, bien en bicicleta o de paseo con sus mascotas, que son las que se pudieron refrescar a orillas del mar.

En la playa para perros de Canelas también se concentraron algunos grupos de personas e incluso una mujer se atrevió a darse un chapuzón, quizás por desconocimiento de que estaba prohibido. La rampla del puerto de Vilaxoán fue otro de los lugares apetecidos en la calurosa tarde del domingo para el vecino que conocía el secreto.