Cuando las dos partes ponen sobre la mesa sus argumentos, los mejilloneros para reivindicar su derecho a recolectar la semilla y los percebeiros oponiéndose a ello, porque alegan que al "rasparla" se dañan sus bancos, no solo salen a relucir aspectos económicos que evidencian la abismal diferencia entre ambos colectivos, sino que también destacan factores sociolaborales.

A modo de ejemplo, puede decirse que, con 3.300 bateas en Galicia, pertenecientes a alrededor de dos mil bateeiros, este sector genera entre 15.000 y 20.000 empleos directos, a los que se suman otros tantos indirectos.

Hay que tener presente que del cultivo del "oro negro" de batea dependen no solo los acuicultores, sino también los trabajadores de depuradoras, cocederos y conserveras, transportistas, los empleados de las cordelerías, las firmas dedicadas a la construcción o reparación de los viveros flotantes, astilleros, industrias de maquinaria y otros muchos subsectores o negocios.

Los mejilloneros se aferran a esos "30.000 o 40.000 empleos" para destacar que el suyo es un sector preferente en Galicia que "debe ser tratado en consecuencia, sin dejarse amedrentar por unas cofradías que, aún teniendo todo nuestro respeto, no pueden tratar de imponer la 'ley de los percebeiros", reflexionan.

Saben, cuando dicen esto, que la extracción del percebe implica a muchas menos familias. Son alrededor de 1.500 los socios de casi cuarenta cofradías gallegas que figuran como autorizados para la extracción de percebe, tanto en la modalidad de marisqueo a pie como a flote.

Pero no es un producto que necesite pasar por depuración ni se somete a transformación en la industria conservera, de ahí que el volumen de empleo directo e indirecto generado sea muy inferior al del mejillón.

La mayor parte de percebeiros -un millar- pertenecen a cofradías de la provincia de A Coruña, con Aguiño y sus 198 socios autorizados, como principal referente. Junto a otras como Camelle (79), Cedeira (93), Corme (59), Ferrol (98), Malpica (55), Muxía (80) y, con 53 personas autorizadas o habilitadas, la alianza de pósitos formada por A Coruña, Mera Lorbé, Sada y Ares.

En Lugo son 74 los percebeiros adheridos a los planes específicos de explotación de percebe presentados por cofradías como San Cosme, Burela, Celeiro, O Vicedo, Ribadeo y San Cibrao.

Ya en la provincia de Pontevedra, están autorizadas para la recogida de percebe 114 personas en Baiona, 76 en A Guarda, 6 en Aldán-Hío, 71 en Bueu, 58 en Cangas, 6 en Vigo y 37 en la cofradía de O Grove.

No es fácil determinar la cantidad de bateeiros de cada ría, sobre todo porque pueden tener bateas en varias y realizar descargas en cualquier puerto. Pero sí puede decirse que en Arousa están fondeadas unas 2.300 bateas, situándose 343 en la ría de Pontevedra, unos 480 parques de cultivo flotantes en la de Vigo, otros 122 en Muros-Noia y un centenar de viveros en aguas de Ares-Betanzos.