El alcalde de O Grove reflexionó ayer sobre las principales claves de la Fase 2 del plan de desescalada. Así, dejó claro que se podrá acudir a las playas, aunque no están oficialmente abiertas por el Concello, porque lo considera precipitado. También anunció un plan de limpieza integral de todo el pueblo y otro para reactivar el turismo, apostando por un modelo inspirado en la tranquilidad, la naturaleza y la gastronomía.

En una nueva intervención ante el vecindario, por videoconferencia, también dio prácticamente por suspendida la Festa do Marisco, aunque esperará un mes para confirmarlo, advirtió de que se impondrán sanciones a los hosteleros que están incumpliendo las normas -con quienes se mostró muy molesto- y, sobre todo, recalcó: "El coronavirus sigue aquí y estamos todos expuestos, por lo que debemos ser responsables, usar máscaras, guardar las distancias y respetar los aforos en los negocios".

La carrera de los políticos

La carrera de los políticosRespecto a las playas, "vamos a poder ir desde mañana, pero debe hacerse con sentido". Convencido de que "sería mejor esperar quince o veinte días más antes de permitir el acceso con plenas garantías, en lugar de acudir ahora, movidos por la ansiedad", Cacabelos lamentó que "esto parece una carrera entre los políticos para ver quién tiene la idea más imaginativa u original".

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Pero su gobierno no quiere participar, de ahí no vaya a aplicar "lo de la cita previa, ni tampoco la parcelación de playas, ni vamos a usar drones para hacer un control de aforo; nada de eso es posible en un municipio que, como el nuestro, tiene 30 zonas de baño destacadas".

Lo que quiere decir es que, "como no se puede garantizar ese control, porque no tenemos capacidad ni recursos humanos para ello, no vamos a aplicar ninguna de esas medidas. Lo que vamos a hacer es relajarnos todos un poco y, como prevención, aplicar el sentido común y la responsabilidad de todos y cada uno de los usuarios".

Dicho de otro modo, que los ciudadanos pueden ir desde mañana a las playas mecas "para pasear, tomar el sol o bañarse; en el Concello no podemos impedirlo, pero tampoco vamos a abrirlas porque considero que socialmente no estamos preparados para ello", insiste.

Cacabelos cita como ejemplo que "esta misma semana ciudades como Barcelona, en Fase 0, tenían sus arenales abarrotados". Y sucedió porque muchos ciudadanos "piensan que el coronavirus es un problema del pasado, y no es cierto".

Un derecho del ciudadano

Un derecho del ciudadanoAsí pues, "si el Estado permite usar las playas se trata de un derecho ciudadano, y yo no puedo oponerme, pero institucionalmente nuestros arenales no van a estar abiertos, de ahí que la responsabilidad sea de cada uno".

Por ejemplo "delimitando un radio de dos metros a su alrededor para marcar la distancia de seguridad cuando estén en la toalla, ya que de lo contrario, si no se respeta, las fuerzas de seguridad del Estado podrán sancionar a los infractores".

A finales de junio

A finales de junioLas zonas de baño van a estar disponibles, por tanto, "sin balizamiento, sin cuadrilla de limpieza, sin socorristas, sin que se mejoraran aún los accesos, sin paneles informativos y sin mantenimiento de los aseos, ya que todo eso es lo que estamos ultimando para cuando comience la temporada oficial de playas, que siempre abrimos a finales de junio", explica el alcalde.

A lo que añade que "el que vaya a disfrutar de las playas debe hacerlo bajo su propia responsabilidad; pero que nadie demande socorristas, balizamientos u otros servicios porque no estamos preparados para ofrecerlos, y no vamos a estarlo hasta que existan plenas garantías de seguridad".

Quioscos y arenales caninos

Quioscos y arenales caninosHablando de playas, José Cacabelos anunció ayer que se mantendrán las dos playas caninas de la localidad y explicó que su intención era que este año salieran a concurso los chiringuitos de todas las zonas de baño para adjudicarlos por un periodo de cuatro años.

Pero aún no hay autorización de Costas para todas ellas, y ante el retraso se ha optado por sacar los quioscos a concurso a un precio inferior y solo para este año, mientras que el que viene se adjudicarán para los tres siguientes.

También puede decirse que el Concello pretende contratar 23 socorristas, quienes a su labor habitual sumarán una faceta didáctica para concienciar a los bañistas sobre la protección frente al coronavirus.