Trabajadores de las ambulancias de O Salnés protestaron ayer frente al Hospital comarcal y también en O Grove para reclamar a la administración que los reconozca como personal sanitario y les realicen las pruebas del Covid-19 como a los profesionales de los centros de salud y hospitalarios. "Nosotros estamos en primera línea de la pandemia. Vamos a buscar a los pacientes a sus domicilios, tenemos que subirlos a la camilla y no disponemos de EPI (equipos de protección individual) de calidad", señala César Rajoy, técnico de ambulancia y presidente del comité de empresa en O Salnés.

Los trabajadores, tanto del transporte programado como del urgente (061) se sienten "totalmente abandonados". "Estamos dejados de la mano de Dios. Tenemos compañeros que llevan semanas fuera de sus casas, sin ver a sus familias, como uno que se fue a casa de un familiar porque su mujer es paciente de riesgo y otro, que tiene a sus padres mayores, y se trasladó a un piso que le prestaron", advierte César Rajoy.

Los técnicos de emergencias sanitarias consideran que hay razones suficientes para que sean considerados personal sanitario y por tanto se sometan a las pruebas del coronavirus como los demás profesionales. "Hasta se le hacen a futbolistas y a trabajadores de las residencias privadas, pero a nosotros no, y sabemos que hay compañeros que padecieron la enfermedad de forma asintomática", dice el portavoz de la plantilla, que recuerda que "en Cangas, de veinte dieron nueve positivo". "Es cuestión de estadística", agrega el técnico.

Con respecto al material de protección que utilizan en su día a día, "los EPI son de mala calidad". "Hubo mascarillas que tuvieron que retirarse porque no cumplían la norma", avisa.

Además de en Vilagarcía, el personal de ambulancias también se movilizó en otras ciudades gallegas, como A Estrada, Ferrol, Lalín, Pontevedra, Vigo, Santiago de Compostela y Ordes. Desde CIG ya presentaron demandas en distintos juzgados de lo Social solicitando medidas cautelares.