"Vivimos en el país del Lazarillo", afirma un policía local de O Salnés cuando se le pregunta por lo que vio durante el pasado fin de semana, el primero de la desescalada y de paseos generalizados tras 50 días de confinamiento. "En cuanto sale una norma, lo primero que hacemos es pensar en la manera de burlarla". Y en los últimos días han sido muchos los arousanos que incumplieron las normas impuestas por el Ministerio de Sanidad para evitar un repunte de los contagios de Covid-19. Un simple paseo por Vilagarcía el sábado o el domingo era más que suficiente para comprender que el grado de cumplimiento de las normas nada tiene que ver con el número de multas impuestas ni con las declaraciones complacientes de algunos dirigentes políticos.
Niños jugando en la calle con sus dos padres, o paseando cerca de las 11 de la noche; hijos que van a hurtadillas a ver a sus padres y les meten los nietos en casa; grupos de vecinos que se reúnen en las aldeas sin guardar las distancias de seguridad; personas de edad avanzada paseando por las zonas verdes a las horas reservadas para los niños; abuelos con sus nietos por la calle ayer a las 10 de la mañana... La lista de incumplimientos de las normas que rigen esta primera fase de la desescalada es larga.
Las policías locales argumentan que no se han impuesto más sanciones durante el fin de semana porque los primeros días se dedicarán a informar y concienciar a los ciudadanos. Los alcaldes apelan al "civismo" de sus vecinos, y plantean que si hubo incumplimientos se debió probablemente a la "confusión" derivada de las franjas horarias y al hecho de que las normas muden con tanta rapidez.
Vilagarcía y Cambados
El Ayuntamiento de Vilagarcía afirma en un comunicado que el fin de semana, "se saldó sin apenas incidentes". "Con miles de personas en las calles, plazas, parques y playas, la Policía Local tan solo hizo 10 denuncias por no respetar las normas el día 1, otras 12 el sábado, y solo tres el domingo".
No obstante, de esas 25 denuncias, solo una fue por incumplir las normas específicas del primer fin de semana de la desescalada, y se le impuso a una pareja que permitió a sus dos hijos bañarse en la la playa de O Preguntoiro, en Vilaxoán. Todas las demás fueron por desplazamientos indebidos.
El Ayuntamiento de Vilagarcía prosigue señalando que, "las jornadas del fin de semana transcurrieron con normalidad", y que incluso se guardaban las distancias de seguridad en el paseo marítimo, aspecto que fue precisamente cuestionado por algún viandante.
"De manera mayoritaria, los vecinos volvieron a demostrar el civismo que vienen manteniendo desde la aprobación del estado de alarma", añade el gobierno municipal de Vilagarcía. Ravella, de todos modos, recuerda que, "solo la responsabilidad individual y colectiva garantizará que se consiga la meta que todos buscamos: regresar a la normalidad".
Hay que recordar que médicos y autoridades sanitarias llevan semanas avisando de que una desescalada mal planificada o la falta de compromiso de los ciudadanos podrían causar el rebrote de la enfermedad y abocar al país a una segunda cuarentena.
Al igual que en Vilagarcía, en Cambados solo se impuso una multa el pasado fin de semana por vulnerar las normas del primera fin de semana de desescalada, y fue a un ciclista de Meis que había llegado hasta Cambados, cuando no podía abandonar su término municipal. Además, fue interceptado a las cinco de la tarde, franja del día que está vedada a los deportistas.
Pero un aspecto que notaron los policías es que, "hay algo de desinformación en los diferentes colectivos". En concreto, son muchos los que preguntan por las franjas horarias -la de mayor duda es la que va de las 19.00 a las 20.00 horas-, y si también hay que cumplirlas en el rural.
"Hubo mucha gente en la calle, pero es lógico después de 50 días de confinamiento", sostiene Constantino Cordal, concejal de Seguridad Ciudadana de Cambados. "Lo que sí hemos apreciado es que había cierta confusión con los horarios y las normas". El edil explica que también se vieron agrupaciones familiares indebidas, "porque algunos padres no tenían claro que solo podían salir uno con los niños".
Constantino Cordal señala que, "en general, vemos voluntad de cumplimiento por parte de la inmensa mayoría de los ciudadanos", y que esa es la razón de que los primeros días quedasen sin sancionar algunos incumplimientos. "En primer lugar se va a hacer esta labor informativa. Hay cierta confusión en las normas y los horarios, y hasta cierto punto es lógico en los primeros días". Eso sí, el primer teniente de alcalde cambadés avisa de que, "si apreciamos voluntad de incumplimiento, o reiteración, se sancionará".
O Grove y Vilanova
La Policía Local de O Grove no impuso ninguna denuncia entre el sábado y el domingo. "Lo que se hizo durante el fin de semana fue sobre todo pedagogía", plantean.
A modo de ejemplo, vieron deportistas regresando de A Toxa a las 10.30 horas (tenían que estar de vuelta en casa antes de las 10.00), o a gente que se paraba a hablar con conocidos sin guardar las distancias de seguridad. Un punto especialmente complicado fue el puente de A Toxa.
A Toxa es uno de los pulmones de O Grove, así que se llenó de gente durante el fin de semana. Las aceras no son demasiado anchas, de ahí que la Policía Local esté barajando establecer que una de las aceras sea solo para los que van hacia la isla, y la otra esté reservada para los que regresan. De ese modo, se evitarán los cruces de viandantes y la tentación de pararse a hablar.
Pero al igual que en Cambados, la policía grovense advierte. "Después del fin de semana la información ya debería estar clara. Si hay incumplimientos se denunciará".
La Policía Local de Vilanova tampoco impuso ninguna multa el fin de semana, pero sí se apercibió, "a dos o tres personas", explica el jefe del cuerpo, José Luis Maquieira. "Nosotros vemos un alto grado de cumplimiento de las normas", añade. En referencia a las salidas de los niños, Maquieira afirma que el comportamiento de los vilanoveses está siendo "perfecto".
El jefe de la Policía Local sí percibe un "desconocimiento" más generalizado en lo que se refiere a como pueden ir dos personas en el mismo coche, sobre todo entre las vecinos de más edad.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, respondió el fin de semana con rotundidad a preguntas de un periodista holandés que el comportamiento de los españoles está siendo "ejemplar". En gran parte, de eso dependerá como se salga del actual túnel sanitario, económico y social.
