Es probablemente el sector que primero sufrió el impacto de la crisis económica que ha provocado el coronavirus y va a ser de los últimos en poder recuperarse. Pese a ello, las pequeñas agencias de viaje ven como, una y otra vez, se articulan medidas desde las diferentes administraciones sin pensar absolutamente en su futuro, todo pese a generar más de 20.000 empleos directos y ser una pieza fundamental en uno de los sectores económicos más importantes de España, el turismo. La última decisión que ha dejado estupefactos a los responsables de las pequeñas agencias de viajes ha sido la de ordenar su regreso a la actividad junto al resto del tejido comercial, una decisión que consideran errónea y sin sentido porque se exponen a un posible contagio y a no vender absolutamente nada.
Ante el olvido que las administraciones están mostrando con el sector, más de 3.000 pequeñas agencias de viaje de toda España se han unido en una plataforma que preside el vilagarciano Xavier Pombo, responsable de James Bird Travel. La Plataforma por los Derechos de las Agencias de Viajes (PDAV) nació precisamente por la "desfeita" a la que se enfrenta el sector y para el que la decisión de abrir las puertas el próximo 11 de mayo puede ser la puntilla definitiva.
Frente a las grandes corporaciones Pombo apunta que "los pequeños queremos recordar que estamos aquí, que somos la línea de distribución de todo el sector turístico y que, por lo tanto, merecemos, como mínimo, el mismo trato que los grandes grupos" .Todas las agencias se han visto obligadas a cerrar sus puertas y a habilitar Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) entre sus trabajadores, pero mientras a grandes compañías se les permite ampliar esos expedientes hasta marzo de 2021 "a nosotros se nos obliga a abrir las puertas el 11 de mayo, sin tener en cuenta que no vamos a vender absolutamente nada ya que los desplazamientos fuera de la provincia están muy limitados y nadie acude a una agencia de viajes en Vilagarcía para irse una noche a O Grove".
Incluso la medida entra en contradicción con los estudios realizados por el Gobierno, que indican que no habrá actividad económica en el sector, como mínimo, hasta el próximo mes de diciembre. "Lo que estamos viviendo es un auténtico desbarajuste y observamos que no se está legislando en favor de las pequeñas agencias de viajes, que somos pequeños autónomos", explica Pombo. Si en el gobierno central no encuentran el respaldo que necesitan, en el autonómico tampoco están por la labor ya que desde esta administración les han dejado claro que el objetivo prioritario es el sector receptor del turismo cuando ellos son emisores por lo que va a ser difícil que entren en cualquiera de los planes de recuperación que se van a poner en marcha desde la administración autonómica. Incluso para optar a los créditos ICO están encontrándose con muchos problemas en la tramitación de los mismos.
Mientras aguardan que el Gobierno central, con el que han mantenido contactos, diseñe un plan de rescate a la altura de los grandes turoperadores, muchas de las agencias de viaje tienen claro que no van a abrir sus puertas porque "no tiene ningún sentido y lo más probable es que se convierta en la puntilla para muchos de nosotros".
