Cada vez son más los mariscadores de a pie y a flote que se suman al trabajo en la ría de Arousa, donde hoy, sin ir más lejos, los rañeiros retoman el libre marisqueo en bancos como Os Lombos do Ulla.
La buena noticia para el sector es que poco a poco recupera el pulso a la actividad, tratando así de satisfacer la creciente demanda que le llega desde la depuración y/o comercialización.
Y no menos importante resulta que, a pesar del aumento de producto a la venta generado por esta "desescalada" en plena pandemia -con un millar de mariscadores en activo-, los precios se mantienen altos en lonja, lo cual, al menos de momento, parece garantizar cierta rentabilidad y estabilidad al sector.
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Ayer, por ejemplo, en la lonja de A Illa se subastaron 258 kilos de almeja japónica, con un precio máximo de 10,90 euros, además de 58 kilos de camarón, que se cotizó a casi 74, y cuatro toneladas de algas, entre kombu y wakame.
Por su parte, en O Grove vendieron 217 kilos de babosa, a un máximo de 21,45 euros el kilo; 122 de fina, con un tope de casi 30 euros; 533 de japónica, a 13,55 euros; y 297 de berberecho, a 5,39.
Junto con 69 kilos de percebe, a 60 euros, y solo 21 de centollo, que está en horas bajas en la recta final de su campaña y en algunas jornadas incluso se vio superado por las ventas de buey de mar.
Pero volviendo a lo que da de sí la actividad marisquera, puede decirse que de la rula de Cambados salieron ayer 71 kilos de almeja fina, a 26,20, y 576 de japónica, con un tope de 10,60.
A su vez, en la de Carril se vendió la babosa (131 kilos totales) con un precio máximo de 19 euros; mientras que el techo de la fina (198 kilos) estuvo en casi 27 euros por kilo.
También se subastaron más de dos toneladas de japónica, con un primer "mío" de 11,15 euros, y alrededor de una tonelada de berberecho, el mejor, a 13,50.
