"Me hacía mucha ilusión ver a mis abuelos", explicaba una niña vilagarciana que con su hermano salieron en bicicleta por el centro de Vilagarcía con el objetivo principal de verles en el balcón en el que llevaban más de media hora esperándoles con idéntica pretensión.
Cuarenta y tres días después del confinamiento era la primera vez que coincidían gracias a las medidas de alivio que permite a los niños de toda España salir a la calle a dar un paseo de una hora de duración. Y quien más y quien menos se organizó para hacer del 26 de abril un día inolvidable, casi festivo.
Padres con carritos de bebé, niños con bicicletas de ruedas auxiliares, patinetes y balones sonaron de nuevo en las calles en una jornada que a muchos recordaba el mágico despertar de Reyes.
Se notaba la ilusión de volver a disfrutar de las ciudades pese a las limitaciones impuestas, como un regalo que llega de sorpresa y que se pudo degustar con la parsimonia que permiten esos sesenta minutos de asueto alejados de las cuatro paredes.
Ni consolas, ni tablets, ni siquiera coches de radiocontrol interumpían ese paseo escalonado que la mayor parte de los 12.000 niños de la comarca de O Salnés han podido realizar en un espléndido domingo de sol que la Naturaleza regaló a las familias a pesar de los pronósticos que anunciaban lluvias intermitentes.
Y gracias a la luminosa jornada, los paseos a orillas del mar fueron recurrentes, unos espacios al aire libre que permitieron disfrutar del paraíso que los arousanos tienen a menos de un kilómetro de sus casas y que ahora disfrutan de forma casi exclusiva.
El comportamiento en toda la comarca, desde Vilagarcía a O Grove, de Cambados a A Illa o de Catoira a Ribadumia fue casi excepcional. Se echó en falta, quizás, el uso de mascarillas, que algunos tímidamente colocaban porque, simplemente, sus padres obligan.
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En Vilanova no había justificación para salir sin ellas pues ayer mismo Protección Civil y la Policía Local todavía las repartían a los niños que se encontraban por la calle. "Hemos confeccionado 1.200 destinadas a toda la población infantil de la localidad", aseguraba a mediodía el alcalde Gonzalo Durán quien critica que en el rural haya todavía un bajo nivel de concienciación de los riesgos de la pandemia por coronavirus.
Una foto similar a la que se pudo ver en otras localidades, pues solo algunos niños se cubrían la cara en este primer paseo después de 43 días de confinamiento y otros tantos sin clases.
La singularidad paisajística de la comarca, ese contacto con la naturaleza, facilita esa relajación que mostraban muchas familias en su recorrido de verdadero placer por calles que en un primer momento les parecían desconocidas, irreconocibles.
Con todo, muchos quisieron volver a mantener ese contacto con la arena y el azul del mar. Cualquier excusa era perfecta para alcanzar esa frontera natural. Es el caso de la familia de Vilanova que optó por sacar sus tres bicicletas con la pretensión "de llegar a la playa de O Terrón, eso si sin pasarnos del kilómetro de distancia que nos permiten las medidas de alivio", explican.
Algo similar debieron pensar la madre que con sus dos hijos decidieron a mediodia disfrutar del pinar en Cabodeiro, aunque el hijo mayor insinuó que habría preferido dar una vuelta en coche en la creencia de que hasta sería más seguro.
"Quien estaba deseando dar unas patadas al balón es mi padre", cuestionaba otro de los chavales que ayer eligió la playa para el primer día de desconfinamiento gradual.
Y es que el esférico fue quizá el objeto preferido por los que salieron a la calle; tanto que hasta los soldados de la Brilat que a mediodía recorrieron el centro de Vilagarcía tuvieron que llamar la atención a un grupo de chiquillos que habia organizado una "pachanga" en pleno recinto de Fexdega. "La orden autoriza paseos pero no juegos en grupo", explicaron atentos los integrantes de la unidad militar que vigilaron estas primeras horas de alivio para los adolescentes.
También hubo casos de arousanos que además de disfrutar del paseo optaron por ir acompañados por sus mascotas, una actividad que durante el último mes y medio desempeñaban sobre todo los adultos y los hermanos mayores de la casa, esos que han cumplido 14 o más años.
Y llamativa fue asimismo la excursión elegida por Xoanqui Ameixeiras y sus hijos Gael y los mellizos Zoé y Nuno de 5 años pues tuvieron ocasión de contemplar las espectaculares piruetas de sus cometas en plena playa de A Concha-Compostela, una actividad que jamás podrán olvidar y que seguro podrán repetir en nuevas ocasiones siempre que las medidas de alivio se puedan mantener si no hay un repunte del Covid-19.
Y es que no todo fue perfecto en la comarca, pues el uso de la mascarilla no fue extensivo y hubo cierta picaresca también en O Salnés de familias que han rebasado casi todos los límites impuestos.
Se han visto parejas con un solo hijo, muchos niños y adultos sin mascarillas, personas que han superado la hora y las distancia permitidas con agrupamientos en plazas de Cambados y O Grove, por poner algún ejemplo que habrá que corregir en los próximos días.
Pero en esencia fue un día festivoi, inolvidable, de los muchos que se esperan para encauzar el camino de la normalidad que toda la sociedad aspira que llegue más pronto que tarde.
Fue un verdadero respiro que ojalá el próximo 2 de mayo se pueda ampliar para quienes echan de menos hacer deporte o salir con los suyos a dar una vuelta a la manzana, por lo menos.
Lo que si queda atrás es ese aspecto fantasmal de pueblos totalmente vacíos, casi fantasmagóricos, tomados por gaviotas que campan a sus anchas alrededor de los contenedores. Ojalá vuelvan a volar por miedo a los humanos.
María Martínez - Madre Vilaxoanesa
Pablo y Sofía salen por primera vez primera con sus mascarillas de protección
Xoanqui Ameixeiras - Padre con tres niños
"Tanto Gael como los mellizos Zoe y Nuno querían volar la cometa en este primer día de calle"
Rita Rubianes - Vilaxoanesa con sus dos hijas
"Rita quería sacar su patín y a Cibrán le hacía ilusión botar el balón"
Paseo ciclista - Padre vilanés con sus hijas
"Queremos llegar hasta O Terrón sin pasarnos del kilómetro permitido desde nuestra casa"
Fredi, padre de Samuel y Xiana - Familia vilanovesa
"Aprovechamos esta salida para pasear con nuestros perros en nuestro barrio"
María José Galván - Cargo del entrevistadoa
"Está un día espléndido para jugar y salir con la bicicleta por O Preguntoiro"
Los más pequeños - Paseo con carritos desde primera hora
Los padres escogen las horas de sol para pasear con los niños más pequeños de la casa
Familia isleña - Recorrido por parajes naturales
"Casi es mejor viajar en coche que pasear a pie por Cabodeiro, me decía mi hijo al salir"
Rivas - Padre de hugo de 3 años y Lucía de 8
"Dimos un paseito con la bici y ahora disfrutamos de la arena de la playa de Aguillón"
Martín Escalante - 3 años, O Grove
"Papá, papá, sí salimos a la calle en el quad el virus ya no me coge"
Rafael Oubiña - Hijo de José Benito
"Tenía más ganas mi padre de jugar al fútbol que yo de salir de casa"
María José Pereira - Paseo por la playa de a Concha
"Martín y Daniel estaban deseando dar un paseo por cerca de la playa"
Mónica Abilleira - Madre de dos niñas de Vilaxoán
"Estamos muy contentas de haber estado una hora en la calle"
Pilar Vidal y Pilar Ríos - Madre de dos amigas de colegio
"Alejandra y Elena que tienen 11 y 10 años deseaban salir a dar una vuelta por la TIR"
