Un joven trapichero, parece que muy conocido por las fuerzas de seguridad, fue el protagonista involuntario de los aplausos de las ocho de la tarde en Vilagarcía.

Aunque quizás lo más apropiado sea decir que los protagonistas fueron los agentes de la Policía Nacional que, en dos coches patrulla, lo persiguieron, interceptaron y detuvieron.

Todo sucedió en la avenida Rodrigo de Mendoza, en pleno centro urbano de la ciudad. Y más concretamente a la altura del recinto de Fexdega, por lo que cuanto sucedió en esa zona tan descampada, entre el aparcamiento del espacio ferial y el río O Con, pudo ser observado en detalle por decenas, puede que cientos de personas.

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Estaban todos en los balcones para homenajear a los equipos de emergencias, personal sanitario y policías. Lo hicieron como cada tarde, aunque esta vez con el aliciente de poder comprobar en riguroso directo que la actividad de los agentes no se detiene, por mucho confinamiento que exista.

Así, en primera línea del tendido, presenciaron desde sus balcones cómo, tras una espectacular persecución, uno de los coches patrulla de la Policía Nacional de Vilagarcía se cruzaba delante del que pilotaba el trapichero, que unos metros antes había salido huyendo cuando le dieron el alto.

Pero su fuga duró poco, ya que acabó siendo cacheado, identificado y denunciado, haciendo que, en cierto modo, los aplausos de esta tarde estuvieran dedicados a esos agentes que se encargaron del operativo.