La grovense Lisett Álvarez lleva semanas intentando salir de Australia para regresar a su casa. Y lo intentó por todos los medios a su alcance. Primero denunció su situación a través de FARO DE VIGO, y en los últimos días incluso utilizó su blog personal (www.myfreemindstudio.com) y las redes sociales para hacer un llamamiento al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez y al vicepresidente Pablo Iglesias.

Ayer se mostraba ya mucho más tranquila, después de que le confirmaran que podrá subirse al vuelo que el día 30 la llevará de vuelta con su familia.

Atrás dejará una experiencia inolvidable, en muchos aspectos. Primero altamente fructífera, pues su estancia en el país de los canguros y los ornitorrincos la ayudó a evolucionar profesionalmente. Pero la idílica estancia se tornó en una experiencia casi desafortunada cuando se encontró sola en un país también afectado por la pandemia en el que, además, iba a quedarse sin visado, lo cual es tanto como decir que iba a convertirse en inmigrante ilegal.

Con absoluta seguridad, todo eso, se quedará, con el paso del tiempo en un mal recuerdo. Pero sin embargo no impedirá a esta meca seguir enamorada de "un sitio increíble y lleno de naturaleza"; el sexto país más grande del mundo y un lugar que, en cierto modo, se convirtió en una especie de prisión gigantesca para Lisett Álvarez con la aparición del Covid-19.