La crisis del coronavirus ha mermado la salud o dejado sin trabajo a miles de personas en nuestro país, por lo que irse de vacaciones en verano no figura entre los planes de muchas familias. De ello son testigo las agencias de viajes arousanas, sin apenas oferta (no hay vuelos) y sin clientes interesados en viajar cuando concluya el periodo de confinamiento. Por su parte, los hosteleros de Vilagarcía confían en que los turistas con segunda residencia en la capital arousana ayuden a "salvar" un verano que a todas luces será más flojo de lo habitual. De hecho podrían caerse del calendario eventos como el Atlantic Fest o el Varietés, según señala el presidente de Ahituvi, Ricardo Santamaría.

Por ahora es una incógnita cuándo podrán reabrir los bares y restaurantes, si bien el portavoz de los hosteleros vilagarcianos da por hecho de que no será en Santa Rita. "Y es lo más normal. Es mejor perder las fiestas y parte de junio para intentar tener un verano razonable, porque bueno no va a ser", comenta con una visión "realista", que no pesimista, de esta situación sin precedentes que estamos viviendo.

Señala que "el Atlantic Fest no se ha suspendido, pero puede que no se haga". Y el Varietés, que cada verano anima las terrazas de la ciudad, "casi seguro que no podrá hacerse". Necesita un presupuesto de entre 15.000 y 18.000 euros y la dotación del Concello y de otras entidades no va a llegar porque como es lógico ahora el dinero tiene que ir para donde tiene que ir", asume Santamaría, que considera que "no es necesario un gran evento para que la gente venga a Galicia". "Nosotros, la hostelería, formamos parte de ese tejido microcultural", defiende, consciente de que el turismo de festivales va a ser mínimo o inexistente.

"Volveremos a la afluencia que teníamos hace ocho o diez años. Tendremos un pequeño bajón, pero de todo hay que aprender. Esto te hace ver las cosas de otra manera para bien y para mal", concluye el presidente de Ahituvi, que aboga porque fluya la solidaridad entre la hostelería vilagarciana. "Somos un equipo, no hay competencia, y todos tienen que tocar bien el balón", concluye.

Roberto Durán es propietario de Viajes Chichirica, una empresa abierta en Vilagarcía hace catorce años. Asegura que actualmente "está todo parado" y "no hay oferta para verano". Las compañías aéreas mantienen canceladas las operativas de verano y "lo único que hay son hoteles que te permiten reservar desde junio con la posibilidad de cancelar sin gastos, siempre que sea por el coronavirus", explica Durán, que da por perdida la campaña estival. "Las fronteras van a seguir cerradas en verano, lo que significa que no vendrán extranjeros y tampoco podremos salir nosotros. Entonces todo el turismo que haya será nacional: hotel y coche", resume el agente de viajes.

Vaticina que las ventas comenzarán a animarse en septiembre y que en el puente de diciembre se podrá volar al extranjero, "siempre que todo salga bien", apostilla.

Alberto Blanco, de "B The Travel Brand", una agencia también de Vilagarcía, opina que "la vuelta a la normalidad será muy paulatina, y obviamente, el sector turístico será uno de los que más se demore en volver a su ritmo habitual". Actualmente "la situación está parada por completo, tanto por el cliente como por parte de los proveedores, aunque obviamente, el sector seguirá adelante y vivimos en un mundo globalizado", dice Blanco, quien considera que el sector turístico "es uno de los grandes perjudicados por el Covid-19".

Por su parte, la Mancomunidade do Salnés mantendrá una reunión mañana con la Diputación para diseñar la estrategia turística para este verano, en un encuentro en el que participarán otras entidades de la provincia. "Por ahora está todo parado", señala la presidenta de la Mancomunidade, Marta Giráldez, quien confía en salvar de algún modo el turismo este verano.