"Asistimos a momentos complicados e inciertos porque hay muchos cambios en poco tiempo, pero que el estuario del Tajo pase a ser zona B solo quiere decir que se sitúa en las mismas condiciones que Galicia, y el problema es que Portugal viene para quedarse, por lo que habrá que actuar", manifiesta Tito Fariña, presidente de los depuradores. Para explicar la situación señala: "Es como si vas a una tienda y puedes escoger entre vinos de multitud de países; ahora el consumidor podrá escoger entre almeja de Galicia y de Portugal". Frente a esto, "hay que buscar fórmulas para ser más competitivos, y entre nuestras bazas está el disponer de los mejores servicios de guardacostas y de control de salud pública, por lo que el nuestro producto puede diferenciarse perfectamente del portugués gracias a la trazabilidad. Tenemos que reaccionar porque no se pueden poner puertas al mar".