La incidencia de coronavirus en el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés continúa aumentando, pero a un ritmo más relajado que en días pasados. Y es que ayer, según los datos oficiales del Sergas, había 466 casos activos, lo que significa solo nueve más que el lunes. La mayoría de infectados (370) se encuentran en sus domicilios recuperándose, mientras que 82 están ingresados en planta (en distintos hospitales del área), ocho de ellos en el Hospital do Salnés, donde ayer se produjeron dos altas, reduciendo los ingresados de Covid-19 de diez a ocho.

En la UCI siguen 14 enfermos, los mismos que el día anterior. Hasta el momento han fallecido en el área Pontevedra-O Salnés diez personas con coronavirus; la última un vecino de Vilariño (Cambados) de 76 años que padecía patologías previas.

La ambulancia de Protección Civil de Vilagarcía está colaborando con el traslado de pacientes que fueron diagnosticados de Covid-19 y ya han recibido el alta en el Hospital do Salnés, llevándolos a sus domicilios, un acuerdo entre la EOXI y el Concello de Vilagarcía que no ha sentado nada bien en el sindicato CIG.

Xavier Aboi relata que "el pasado miércoles 1 de abril, en horario diurno y sin ningún tipo de colapso hospitalario y estando disponibles los recursos materiales y humanos necesarios por parte de la empresa concesionaria de transporte sanitario, la dirección del Hospital le requirió a Protección Civil de Vilagarcía el envío de una ambulancia para realizar un alta a domicilio de un caso de Covid-19 por parte de personas voluntarias integrantes de dicha agrupación, de las que se desconoce si poseían la titulación y la formación necesarias y requeridas por los protocolos establecidos tanto por el Ministerio de Sanidad como por la Xunta".

CIG descarta que hubiese congestión en el Hospital do Salnés y reclama que Protección Civil no vuelva a encargarse de las altas.