Las autoridades sanitarias recomiendan evitar en lo posible estos días acudir al centro de salud o a los hospitales, para reducir el riesgo de contagio de coronavirus. Pero son muchos los pacientes que no pueden aplazar sus consultas, como por ejemplo aquellos que deben realizar las analíticas del Sintrom. Ambulatorios de poblaciones pequeñas de O Salnés han reorganizado la atención a estos pacientes, y a modo de ejemplo en Mosteiro (Meis) o Ribadumia, un gran número de analíticas se realizan en el exterior del edificio, sin que el vecino llegue a bajar de su propio coche.

Los pacientes a los que se les administra un anticoagulante como el Sintrom deben realizar analíticas periódicas para que el médico ajuste la dosis de medicamento que necesitan, de ahí que ellos tengan que ir obligatoriamente a los centros sanitarios.

Eso ha llevado a los responsables de los ambulatorios a adoptar una serie de medidas para evitar la formación de grupos.

En A Illa, la extracción de sangre se realiza en la misma entrada del centro y se reserva una franja horaria de primera hora exclusivamente para esa labor, de modo que el médico recibe el resultado del test de forma inmediata, "y el paciente se marcha ya con la medicación pautada en cuestión de minutos", explica un profesional. Otra medida de prevención que se adopta es que únicamente entra una persona de cada vez.

En Vilanova, el personal ha establecido dos caminos diferenciados en el interior del edificio, uno para los que van a realizar una analítica convencional, y otra para las muestras del Sintrom. Posteriormente, entran a la sala de extracción de uno en uno. Además, cuando se trata de pacientes de riesgo (de edad muy avanzada o con enfermedades graves), son los trabajadores quienes acuden al domicilio para realizar la prueba. "Hacemos entre dos y tres analíticas a domicilio diarias", afirma un sanitario. El personal de A Illa también realiza las pruebas a domicilio en caso de necesidad.

En Ribadumia y Mosteiro, las enfermeras están haciendo analíticas sin que los usuarios bajen del coche, pues los aparatos más empleados para medir el índice de coagulación de la sangre son portátiles, y la muestra se obtiene con un pequeño pinchazo en la yema de un dedo.

En determinados casos, cuando se trata de pacientes de riesgo por coronavirus o que están encamados, también se acude a sus domicilios.

Otra medida que se está adoptando a nivel general es la espaciar más las nuevas analíticas, de modo que las personas cuyo índice de coagulación esté dentro del rango no vuelvan hasta dentro de mes y medio, cuando antes se les proporcionaba una pauta de un mes.