La expansión del Covid-19 está centrando todo el esfuerzo de las administraciones ante la gravedad de lo que está ocurriendo. Sin embargo, estas no se olvidan de otros problemas de calado ante los que todavía hay que tomar decisiones. Uno de esos problemas es la lucha que los concellos venían manteniendo con la avispa velutina, una especie invasora a la que resultó muy complicado frenar pero varias acciones han comenzado a surtir efecto, y si se abandonan, pueden provocar un agravamiento de la solución.
Así lo entienden en A Illa de Arousa, donde se va a repartir atrayente entre el centenar de voluntarios que colaboran en la instalación de trampas para capturar a las reinas, las que elaboran los nidos primarios y secundarios. Gabriele von Hundelshausen, responsable de Medio Ambiente de A Illa, reconocía ayer que el problema generado por el Covid-19 "ha abierto el debate de cómo continuar con el trampeo y la lucha contra la avispa velutina, porque nosotros repartíamos el atrayente en las instalaciones municipales, que ahora están cerradas". La decisión fue continuar adelante y "repartir el atrayente puerta por puerta casa dos semanas, que es su período de vigencia; utilizaremos el listado de voluntarios del que disponemos y se lo dejaremos en sus casas guardando todos los protocolos fijados para el Covid-19".
Lo cierto es que el coronavirus estuvo muy cerca de paralizar las acciones que se estaban llevando a cabo contra la avispa velutina, pero "hemos decidido continuarlas porque de no hacerlo, perderíamos todo lo que hemos avanzado". Lo que sí se ha mantenido desde el principio es el servicio que presta la Mancomunidade a todos los concellos, el de retirar los nidos que se vayan localizando, ese servicio se mantiene activo pese al coronavirus para evitar la proliferación de las velutinas. "En estos momentos es cuando aparecen los nidos primarios que son como pequeñas bolas de tenis; acabar con ellos permite evitar problemas mayores en verano, que es cuando las velutinas forman esos grandes nidos", explica von Hundelshausen.
La edil también advierte de lo que se puede encontrar cuando todo regrese a la normalidad. "Hay que tener cuidado de no encontrarse un nido primario de velutinas en los espejos retrovisores del coche, en las ruedas, o incluso, en el motor porque la ausencia de personas también hace que las velutinas tomen espacios que, normalmente, esquivan para hacer sus construcciones", señala la edil de Medio Ambiente de A Illa.
