Las posibilidades de que el parque acuático de Meis abra este verano son cada vez más remotas. El invierno especialmente lluvioso, primero, y ahora las restricciones derivadas del estado de alarma por el coronavirus han provocado un retraso muy considerable en las obras. FARO ha intentado sin éxito contactar con los promotores de la actuación, pero fuentes de toda solvencia han admitido que va a ser prácticamente imposible que el "acuapark" abra este verano.

A día de hoy, de hecho, todavía falta por ejecutar gran parte de la obra de construcción y en consecuencia no se ha instalado ni una sola de las atracciones. Se acometió el ensanche de una parte de la pista de acceso, pero sigue en tierra, y se prepararon los aparcamientos en una serie de terrazas que ascienden por la ladera, pero también siguen sin pavimentar. En la zona permanece la maquinaria de trabajo, pero no hay ni rastro de los obreros.

El parque va a construirse en una zona del monte de Penente (parroquia de San Vicente de Nogueira), que estuvo ocupada en su día por una cantera de piedra. Por ello, una parte importante de los trabajos consistía en movimientos de tierra. La superficie presentó unas condiciones de permeabilidad al agua mejores de las esperadas, pero aún así los últimos meses llovió mucho más de lo esperado, lo que ralentizó las obras sobremanera.

Pero por si eso no bastase, la reciente ampliación del estado de alarma por el Covid-19 ha dado la puntilla al proyecto. Las empresas de construcción han tenido que parar su actividad, y no podrán retomarla hasta, como poco, dentro de semana y media. Pero las recientes declaraciones de autoridades como el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, alertando de que el presente mes de abril todavía será peor que el de marzo, hacen presagiar que el veto a la construcción se prolongará en el tiempo.

En un primer momento, cuando los promotores anunciaron el comienzo de las obras, dijeron que la previsión era abrir el parque acuático en mayo, para de ese modo disponer de unas semanas de margen para probar las instalaciones y corregir eventuales fallos antes del comienzo de la temporada alta.

Hace ya tiempo que se daba por hecho que no podría cumplirse el plazo de mayo, pero ahora ya todo apunta a que ni siquiera será posible disfrutar este verano del esperado parque acuático arousano.