En un momento en el que la limpieza de los espacios cobra un protagonismo esencial para combatir el coronavirus, las empresas del sector han perdido una gran cantidad de su trabajo. "Este mes hemos tenido la mitad de la facturación de una época normal", afirma Pablo Rubianes, de Vilagarcía.

El cierre generalizado de comercios, locales hosteleros, y de muchas oficinas ha provocado que el sector se haya visto duramente castigado por la crisis sanitaria. Por ello, algunas firmas se han visto obligadas a recurrir a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). "Entre el 60 y el 80 por ciento de los negocios para los que trabajo están cerrados, con lo que este mes ingresamos mucho menos. Pero nos siguen cobrando las cuotas e impuestos al completo", añade el dueño de la empresa Limpiezas Rubianes.

"Estamos muy preocupados", señala a su vez Paz Palacios, de Limpiezas All Cleaning, también de Vilagarcía. El sector mantiene los contratos en las comunidades de vecinos, pero temen que si la pandemia provoca una recesión económica tan profunda como algunos auguran, también lleguen a perder este colchón. "En la crisis de 2008 pasó eso. Muchas comunidades prescindieron de las empresas de limpieza porque tenían vecinos que no podían pagar las cuotas y decidieron hacer ellos mismos ese trabajo en el edificio", añade Palacios. Pero, en muchas ocasiones, la fórmula no funcionó y pasados los meses prefirieron volver a dejar esa tarea en manos de una empresa.

En las administraciones de fincas explican que las comunidades de vecinos sí están demandando un refuerzo del servicio cuando se produce algún positivo en el edificio. Carlos Díaz, de CD Fincas, en Vilagarcía, afirma que lo habitual es que cuando algún vecino contrae el Covid-19, "se realice una desinfección especializada, y se refuerce la limpieza habitual", añadiendo otra jornada semanal o haciendo mucho hincapié en el uso de productos desinfectantes. "Las empresas han variado su forma de trabajar, y ahora priman la desinfección, sobre todo en ascensores, pasamanos, llaves de la luz, suelos...". En Limpiezas Noya, también de Vilagarcía, inciden en esa idea. "Lo que se prioriza ahora es la desinfección. Antes, se usaban sobre todo productos neutros, mientras que ahora se emplea mucho más la lejía", en todas aquellas superficies que toleran bien este producto.

Paz Palacios, de All Cleaning, confiesa a su vez que aunque han perdido muchos trabajos, "nos sentimos privilegiados" por poder mantener la actividad. "Los que tienen el negocio cerrado y están en casa lo deben estar pasando fatal". Esta trabajadora admite que están expuestos a un riesgo importante de contagio, pero que "en el trabajo no podemos obsesionarnos, porque si no no viviríamos". Eso sí, añade que, "andamos con todas las precauciones del mundo". Lo que sí cree Palacios es que a raíz de esta crisis, la sociedad, "empieza a valorar más este trabajo". Los aplausos a la ujier del Congreso y sus compañeras que limpian el hemiciclo podrían ser un buen espejo de ello.