A finales de los años 80, el Juventud de Cambados estuvo a punto de subir a la Segunda División del fútbol español, una gesta inaudita para el equipo de un pueblo de apenas 10.000 habitantes y que solo un par de años antes jugaba en Preferente. La hazaña hubiese sido imposible de no ser por José Ramón Prado Bugallo, "Sito Miñanco", uno de los narcotraficantes más famosos de España, pero que por aquel entonces pasaba por ser un próspero empresario y benefactor social. A muchos vecinos de Cambados y a una gran parte de la masa social del Juventud les molesta enormemente que se sigan recordando los cuatro años de presidencia de "Sito Miñanco". "Pero la realidad y la historia no se pueden borrar", afirma el periodista Felipe de Luis Manero, que acaba de ganar el prestigioso premio literario Bretón & Olarra con un proyecto sobre el fulgurante paso de José Ramón Prado Bugallo por el club.
-¿Ha podido hablar con 'Sito Miñanco' para tener su versión antes de escribir el libro?
-Lo intenté. Hablé con quien era su abogado entonces, Gonzalo Boye, y le escribí una carta, pero no llegó a responderme.
-Sí se entrevistó con muchas personas que conocieron a Prado Bugallo o que vivieron los años de esplendor del Cambados. ¿Qué imagen se ha hecho de 'Sito'?
-La pregunta sobre la que gira todo el libro es si alguien como 'Sito Miñanco' puede ser al mismo tiempo un delincuente y una buena persona. Es innegable que 'Sito Miñanco' era una persona extremadamente querida en Cambados. Encontré gente que se puso a llorar mientras hablaba de él, sin ser de su familia. Siempre me preguntaré cuánto de estrategia y cuánto de autenticidad había en esa relación de 'Sito' con sus vecinos.
-¿Por qué aceptó la sociedad que un narco presidiese el club de fútbol del pueblo?
-En ese momento no se sabía que se dedicaba al narcotráfico. Sí era conocida su actividad como contrabandista de tabaco, pero en esa época el contrabando incluso estaba bien visto socialmente.
-¿Cambió la imagen que los cambadeses tienen de 'Sito Miñanco' desde la operación 'Mito', en la que volvió a ser detenido?
-A algunas personas les dolió saber que, presuntamente, seguía dedicándose al tráfico de drogas. Los que le defienden o defendían, tienen cada vez menos argumentos para hacerlo, y ya que no pueden defenderlo, lo que hacen es no atacarlo.
-¿El Cambados no pudo o no quiso subir a Segunda A?
-Existen las dos versiones. Hay quien dice que la idea era subir, pero que el club ya no daba para más, y quien asegura que sí era posible ascender, pero que se decidió no hacerlo porque en ese caso el equipo y 'Sito' estarían mucho más expuestos públicamente.
-¿Es cierto que algunos jugadores cobraban más que los del Celta o del Deportivo?
-Los salarios estaban muy bien, pero es exagerado pensar que estuviesen por encima de los de esos clubes. Es un asunto sobre el que a la gente no le gusta hablar. Algunas fuentes dicen que había fichas de ocho millones de pesetas anuales (48.000 euros), aunque la gente del club lo desmiente. Pero parece ser que había fichas de un millón, millón y medio, y muchas primas y buenos regalos.
-¿Es cierto que 'Sito' entraba en el vestuario con bolsas de basura llenas de dinero para pagar las primas en ciertos partidos?
-Probablemente, no. Pero sí es cierto que era un club en el que reinaba la extravagancia. El punto más morboso fue la gira por Venezuela y Panamá. Eso fue una locura absoluta. Pero era un club en el que cada dos por tres te llevaban de comilona y los jugadores incluso se concentraban para dormir en el Parador en la víspera de los partidos de casa. Todo un derroche.
