Los bateeiros gallegos están autorizados por la legislación vigente a recolectar en el litoral atlántico, que es donde crece, alrededor de once millones de kilos de cría o semilla de mejillón, la popularmente conocida como mejilla.

Pero como todos los años, cuando llega esta campaña, y sobre todo en primavera, que es cuando la misma se intensifica, hay cofradías que intentan impedir la acción de los acuicultores, quienes dicen estar "hartos de tanta presión".

Los pósitos argumentan que la mejilla crece en las mismas rocas que el percebe, y esto los lleva a intentar vetar la presencia de los bateeiros sobre las piedras.

Pero tienen otro motivo para oponerse, como es el económico, ya que hay cofradías de pescadores que quieren aprovechar que el percebe no tiene ahora una rentable salida comercial, para dejarlo descansar y dedicarse a extraer ellas mismas la cría, tratando después de vendérsela a los mejilloneros, que en realidad son los únicos que pueden darle uso.

Necesaria para "encordar" las bateas

Ni que decir tiene que los productores del "oro negro" de batea, o al menos la mayoría de ellos, se oponen rotundamente a esta práctica, alegando que no van a pagar por un producto que ellos mismos pueden y deben recoger, pues se trata del mejillón alevín que deben "encordar" en sus parques de cultivo flotantes para preparar la siguiente campaña.

Las posturas son irreconciliables, un año tras otro. También ahora, cuando los mejilloneros se están organizando para intentar ejercer un frente de presión mediante el que plantar cara a las cofradías y ejercer su derecho a recoger cría.

"Estamos decididos a ir nosotros a por ella"

En los últimos días se están movilizando enviándose mensajes telefónicos con los que promover acciones tendentes a lograrlo.

En ellos se explica que "en vista de que las cofradías envían a su gente a recolectar mejilla en zonas que supuestamente tienen percebe, y que después tratan de vendérnosla, estamos decididos a ir nosotros a por ella a esas mismas zonas".

Del mismo modo hacen hincapié en que los pósitos "no tienen concesiones expresas en las que recolectar la cría que quieren vendernos".

Y eso no es todo, sino que los bateeiros también sostienen que no tienen por qué estar a expensas de las cofradías para desarrollar su ciclo de cultivo y "meter la cría para tener la cosecha cuando ellas quieran".

"Se está poniendo nervioso al sector"

Convencidos de que cuando el percebe "tenga precio" los mariscadores "no van a ir a la cría", los mejilloneros ya anuncian que están dispuestos "a ir todos juntos a un lugar determinado para terminar con esto de una vez, pues se nos está condicionando".

Llegan a advertir de que "se está poniendo nervioso a un sector que es determinante para la economía de Galicia", como es el suyo.

Y mientras tanto, concluyen y lamentan, "la Administración no toma cartas en el asunto", a pesar de que desde hace años aseguró en repetidas ocasiones que solventaría el problema.