Se estima que pueden ser alrededor de 14.000 en toda España y son especialistas en eso que se ha dado en llamar "cultura maker" o "tercera revolución industrial", es decir, una actividad basada en la práctica del "hágalo usted mismo" que promueve la idea de que todo el mundo es capaz de desarrollar cualquier tarea en vez de contratar a un especialista para realizarla. Es la "comunidad maker", que ahora, en plena crisis sanitaria, se conoce también como "Coronavirusmakers", es decir, hombres y mujeres de todo el país que desarrollan elementos tan importantes y preciados como las máscaras o pantallas protectoras.

Aplican para ello la tecnología 3D y las desarrollan con la intención de colaborar con la sociedad en un momento tan complicado como el actual, ya que pueden ayudar a prevenir contagios y, en consecuencia, a vencer al coronavirus Covid-19.

En esa comunidad participan ciudadanos de Arousa. Entre ellos la vilagarciana Iria González y el grovense Carlos Prieto, de los que ya se habló hace días en FARO, como dos de los más de un millar de integrantes de la plataforma "coronavirusmakers.org" en Galicia.

Pero hay otros ciudadanos que participan en esta guerra contra el virus, como es el caso del también meco Armando Figueiro Cabanas, otro de los "makers" que emplean tiempo y dinero en la elaboración de máscaras que después entregan a quienes más pueden necesitarlas, sobre todo a trabajadores que prestan servicio de atención al público, como pueden ser los empleados de las farmacias.

Precisamente en una de ellas, Farmacia Baltar, estuvo el grovense hace unos días repartiendo estas máscaras 3D que, aparentemente, poco o nada tienen que ver con las mascarillas de algodón que se elaboran también de forma voluntaria y altruista en muchos hogares de O Grove y de toda la comarca. Pero en realidad sí se parecen, ya que todos estos objetos están diseñados con el mismo patrón, el de la solidaridad.