La campaña de la xarda del Cantábrico arrancó el pasado lunes con muchas incógnitas por resolver debido al estado de alerta nacional decretado por el Gobierno. Esas dudas se han ido resolviendo poco a poco, desde los precios, que parece que tienden un poco al alza, lo que motiva a los barcos a quedarse en la zona trabajando, como la movilidad para los marineros que conforman la flota de las 21 embarcaciones de Cambados y O Grove que se encuentran en la zona.

Esa movilidad era una de las grandes preocupaciones del sector. Los barcos cuentan con una tripulación de cinco personas que, durante el fin de semana, acostumbran a regresar a sus casas durante una campaña normal, todos en un mismo coche. Esa opción, con la situación creada por el coronavirus se ha hecho totalmente imviable. "Todos los años, para pasar los fines de semana con sus familias, regresaban los cinco tripulantes en un solo vehículo, pero este año no va a ser posible", explica el patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa.

Ese problema traía de cabeza a la flota pero, finalmente, se ha encontrado una solución para que puedan regresar a sus casas. Esa solución pasa por aplicar un protocolo que ya se está usando con otros sectores: dos por coche, uno conduciendo y el otro en asiento de atrás, lo que ya le ha permitido a varios de los marineros estar hoy en Cambados.

Para el sector no tiene mucho sentido este tipo de medidas ya que los cinco integrantes de una tripulación pasan toda la semana juntos faenando, sin guardar las distancias mínimas para evitar un contagio porque "es materialmente imposible en un barco hacer eso". Conseguir esa posibilidad de movilidad es algo que acaba con una de las incógnitas con la que arrancó la campaña esta misma semana.

La opción de parar la campaña, como vienen reclamando otros sectores, no entra todavía dentro de las alternativas para una flota que se encuentra dentro del Decreto del Gobierno que permite la actividad laboral a los sectores que considera de primera necesidad, como el pescado.

Entre las buenas noticias que ha ido dejando la semana, destaca Costa, se encuentra el precio del producto.

Sin alcanzar una cantidad que compense a la flota todavía, se ha registrado una pequeña tendencia al alza, pasando de 0,50 a 0,65 euros.

Además, la flota se está encontrando con la presencia de compradores en las lonjas, lo que permite cierto optimismo dentro de la situación anormal que se vive debido a las medidas aplicadas por el coronavirus.

Para un barco que se desplaza hasta el Cantábrico, todo lo que sea bajar de 0,80 euros, es una catástrofe, y mucho me temo que la cosa no va a cambiar debido a la situación que estamos viviendo por culpa del coronavirus", explicaba ayer el patrón mayor de la Cofradía de Cambados, Ruperto Costa.

Como contrapunto de estos precios, Costa pone como ejemplo lo ocurrido el pasado año, en una campaña que fue muy buena para los barcos que se acercaron al Cantábrico, "vendiendo a entre 1 y 1,20 euros, un valor bastante bueno, pero no parece que en esta campaña vaya a ser así".