Sin compradores y sin poder articular las medidas adecuadas para guardar las distancias que marca el protocolo de lucha contra el COVID-19, la mayor parte de las cofradías de la ría de Arousa, las que están dentro del colectivo de Rañeir@s, han decidido echar el cierre y cancelar la extracción de marisco en Os Lombos, O Bohído y Cabío. La medida afecta a la última semana del libre marisqueo, pero es muy probable que continúe mientras se mantenga la alerta nacional que ha decretado el Gobierno. La decisión se ha tomado a la espera de que la Consellería do Mar decrete el cese de la actividad extractiva, por lo que todo el sector se quedará sin ingresos inmediatos debido a la situación de pandemia, una circunstancia que está en manos de la administración solucionarlo lo antes posible.

El patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, reconocía ayer que el trabajo que "estábamos realizando en los bancos marisqueros nos convierte en población de alto riesgo de contagio, ya que es imposible que podamos guardar las distancias que exige una situación como la que estamos sufriendo", señala.

A ello se une que "en nuestra lonja estamos devolviendo el marisco al mar, demostrándose que no tiene ningún sentido que se nos incluyese en el Real Decreto porque el marisco no es un producto de primera necesidad". Ante todas estas circunstancias, para el isleño "lo lógico es cerrar los bancos que gestiona Rañeir@s da Arousa para no perjudicar ni económica ni sanitariamente a nuestros socios, porque no les podemos garantizar ni las ventas ni su salud".

Donde la actividad se ha reducido a la mínima expresión ha sido en Vilanova de Arousa, cofradía que vive prácticamente del marisqueo a pie y a flote. "La lonja permanece abierta, pero tan solo con una persona allí localizable, aunque somos conscientes de que, sin compradores, no va a haber ninguna actividad, pero no podemos cerrarla sin una orden superior", Explica María José Vales, patrona mayor del pósito de A Pastoriza. Vales insiste en que las depuradoras de moluscos "ya nos han trasladado que ellos no van a comprar más marisco porque no tienen ningún cliente, ya que el destino principal, que era la restauración, se encuentra cerrado a cal y canto". Insiste en que "esto es como una cadena, si falla un eslabón, la cadena se rompe, que es lo que nos está pasando".

Dos de las cofradías que mantienen mayor actividad en la ría de Arousa son la de Cambados y la de O Grove, pero esa actividad depende de la comercialización de pescado, no de marisco. Sus patrones mayores, Ruperto Costa y Antonio Otero respectivamente, coinciden con Millán y Vales en sus afirmaciones. Otero explicaba ayer que "el marisco o lo devolvemos al mar o lo regalamos, porque vender no se está vendiendo; en los últimos días ha acudido algún comprador, pero cada vez menos, y ahora, las depuradoras no van a comprar más porque no tienen a nadie a quien vendérselo".

Tanto el sector extractivo como el depurador van a mantener contactos parda trasladar la difícil situación en que se encuentran a la Consellería do Mar a fin de que adopte medidas que permitan a la flota cobrar el subsidio, como ha ocurrido en otras ocasiones. "Vamos a ver como evolucionan los acontecimientos, porque tal y como está sucediendo nadie sabe muy bien que es lo que tiene que hacer, sobre todo porque una situación como esta no la hemos vivido nunca", explicaba ayer Costa.