-¿Sufrieron racismo los ciudadanos chinos en O Salnés con la aparición del coronavirus?

-Sí, sí lo hubo, y lo sigue habiendo. Al principio de la epidemia hubo mucha gente que dejó de ir a los comercios chinos pensando que podía contagiarse. Aún hoy en día, mucha gente llama al coronavirus Covid-19 como virus chino.

-Hace un siglo, se produjo una pandemia de gripe que fue llamada "española", pese a que ni empezó en España ni fue en España donde más estragos causó. ¿Es injusto asociar una enfermedad con un país?

-Tenemos que evitar darle siempre una nacionalidad a una enfermedad, porque eso genera rechazo y racismo. Lo que hizo la Organización Mundial de la Salud fue correcto, al dar al nuevo coronavirus la denominación de Covid-19.

-¿Nos encaminamos una nueva era de fronteras?

-Vivimos en un mundo globalizado, y no se trata de cambiar de repente la política internacional. Pero esto sí que nos dará una experiencia de lo que hacer las próximas veces. En Europa, esto se vio como un problema del segundo mundo, y se le quitó importancia porque como China queda tan lejos... Pero la realidad es que China está a diez horas de avión de España.