La primera jornada con las restricciones de acceso en marcha en la plaza de abastos de Vilagarcía transcurrió de lo más tranquila. Y es que la escasa afluencia de clientes provocó que no fuese necesario controlar el aforo de 60 personas fijado por el Concello.

La prueba real será hoy sábado, día en el que tradicionalmente el mercado municipal registra gran volumen de clientes. Ravella ha colocado en los accesos al edificio grandes carteles para informar a los compradores de las pautas que deben seguir por su seguridad y la de los vendedores. Asimismo, habrá personal municipal para controlar el aforo y los accesos. Solo se podrá entrar a la plaza por la puerta de Arzobispo Lago, donde está la churrería, y salir por la que da al callejón de la nave de la verdura. Las otras dos (Alexandre Bóveda y García de Caamaño) quedan clausuradas.