Los peluqueros arousanos estaban indignados hasta que se amplió a su gremio la prohibición de abrir sus establecimientos. Y todo porque las medidas establecidas por el Estado permitían la apertura de estos negocios, por motivos higiénico-sanitarios.

Pero ellos, los empresarios, lo consideran "un caramelo envenenado", conscientes de que iban a tener que hacer frente a los gastos diarios, pagar nóminas y seguros, cotizar como autónomos y afrontar todo tipo de desembolso "sin ingresar nada a cambio", pues con la prohibición de salir a la calle apenas podrían tener clientes.

Del 21%, como artículo de lujo, al 8%

Peluqueros consultados ayer en la comarca subrayan que "habitualmente pagamos el 21% de IVA porque cotizamos como artículo de lujo, y sin embargo ahora, con las medidas contra el coronavirus, se nos trataba como establecimientos de primera necesidad, que cotizan el 8%".

Y se les obligaba a abrir -aunque la mayoría no lo iba a hacer- , "por lo que no tendríamos derecho a ningún tipo de ayuda".

Por ello, dicen se hallaban en una encrucijada, "porque si cerrábamos no ingresamos y seguimos pagando, y si abríamos estaríamos gastando también y tampoco ingresaríamos porque no hay clientes en la calle".

Esto les llevaba a decir que iban a sufrir las consecuencias y que las peluquerías con varios empleados "podían acabar en la ruina, y los trabajadores, en la calle".

Destacan, también, que "en las medidas dictadas por la Xunta ya se ordenaba el cierre de las peluquerías, antes del decreto del Gobierno".