Los consumidores arousanos parecen tenerlo claro: "Hay que hacerse con provisiones y congelar todo lo que se pueda, por si esto de la cuarentena dura más de lo previsto".

Así se pronunciaban ayer algunos de los vilagarcianos consultados mientras realizaban sus compras en la plaza de abastos, los supermercados y las tiendas específicas de congelados, en todos los casos repletas de clientes desde las nueve de la mañana y durante buena parte del día.

Es tal la preocupación, y el grado de alarma, entre algunos ciudadanos, que algunos confiesan estar comprando "en exceso", pero se escudan en que "es mejor prevenir que lamentar".

"Estaba pensando en comprar un congelador nuevo porque ya no nos queda demasiado espacio en el del frigorífico que tenemos en casa, pero es cuestión de organizarse para acumular toda la comida que podamos porque esto va para rato", explicaba uno de los compradores. "Están hablando de un par de semanas, pero me temo que esto puede prolongarse mucho más tiempo", apostillaba Paco, un conocido empresario vilagarciano que suministra bolsas en la plaza de abastos de Vilagarcía.

En ese mercado municipal incluso había ayer consumidores que, como si de las semanas previas a Navidad se tratara, se inclinaban por adquirir marisco susceptible de ser congelado.

Aunque lo que más salida tenía ayer eran la carne, el bacalao salado y los congelados propiamente dichos, desde croquetas a verduras y platos elaborados, pasando por todo tipo de carnes, pollo, mariscos y cefalópodos.

Juan Carlos López, presidente de la asociación de placeros, abundaba ayer en esto diciendo que el mercado estuvo "a tope".

Como también se vio desbordado su negocio de congelados, "Casa Mar", en el que despacha "todo tipo de productos". Lo que ayer tuvo más salida en su negocio, explica, fueron "la merluza, calamar, raya, rodaballo, rape y todo tipo de pescados".