Como se explicó ayer todos los ayuntamientos de O Salnés y Ullán aplicaron medidas restrictivas derivadas del avance del coronavirus. Uno de los últimos en hacerlo público ha sido el de Catoira, que estuvo esperando las últimas resoluciones del Gobierno de España.

Las acciones emprendidas en el municipio vikingo son similares a las llevadas a cabo en los demás, ordenando el cierre de las instalaciones municipales, la cancelación de los cursos y actividades de todo tipo y la suspensión de los eventos deportivos y reuniones sociales.

Aunque todos los centros sociales y culturales permanecerán cerrados, se mantendrá abierto, únicamente para trámites urgentes, el juzgado de paz.