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A Illa amplía su bosque autóctono

Cerca de medio centenar de voluntarios plantaron árboles entre Testos y Niño do Corvo

Varias familias se implicaron en la actividad ayer. // Noé Parga

A Illa dio ayer pasos para ampliar su bosque autóctono. Lo hizo con la plantación de 80 robles y encinas en una parcela de la comunidad de montes situada entre Testos y Niño do Corvo, un lugar que, hace ya unos cuantos años, se vio devorado por las llamas y que se ha ido recuperando poco a poco, por el buen hacer de la naturaleza y de las sucesivas reforestaciones que se han ido sucediendo.

En esa iniciativa, amparada por el Concello, participaron cerca de medio centenar de voluntarios, desde alumnos del IES a niños del continente, pasando por personas mayores dispuestas a colaborar y hasta una mujer de nacionalidad alemana. Todos los árboles se plantaron en una serie de agujeros que, días antes, habían practicado en la zona los trabajadores municipales, y fueron abonados abundantemente con compost procedente de la experiencia comunitaria que se desarrolla en las inmediaciones de la antigua Escola de Pau. Esos árboles se habían criado durante los dos últimos años en el huerto con el que cuenta el instituto de A Illa, habitual proveedor de este tipo de iniciativas que se centran en el entorno próximo a Con do Forno. La iniciativa finalizó con una merienda para todos los participantes, en la que no faltaron postres como las filloas.

La edil de Medio Ambiente de A Illa, Gabriele von Hundelshausen, destacó la implicación de todos los participantes, agradeciendo "este tipo de colaboraciones para crear un bosque autóctono". De hecho, recuerda que en toda esa zona, hace una década, se plantaron árboles similares a los de ayer, así como castaños, que "cuya evolución ha sido magnífica para crear ese bosque que tanto necesita A Illa". Esta plantación no será la última, aunque la siguiente es difícil que pueda acometerse antes del próximo otoño. Entre los colaboradores también estuvo Nito Dios, representante del colectivo ecologista Gaia.

Esta plantación no era la única prevista para los próximos días. El martes, los alumnos de la Galiña Azul tenían previsto plantar una serie de árboles en la zona de O Cabodeiro, pero la decisión del gobierno gallego de suspender la actividad escolar va a obligar a aplazar la actividad hasta el próximo otoño.

Lo que también se aplaza es el encuentro de la Axenda 2030 que estaba previsto para mañana en el Auditorio Municipal y en el que se iba a perfilar el borrador definitivo para la transformación energética que se pretende en el municipio.

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