Fabricio reconoció haberse llevado unos 200.000 euros, y sin embargo únicamente tiene que abonar al pósito 28.000. Esto se debe a que las entidades bancarias que de forma irregular le entregaron el dinero llegaron a un pacto con la cofradía y la indemnizaron. Como consta en el fallo dictado por la Audiencia, "el patrón mayor actual reconoció haber sido indemnizado por la entidad Caixabank por las cantidades que el acusado había reconocido como sustraídas, y que había hecho suyas sin que constara la firma del patrón pese a que en la cuenta aparecían ambos como titulares mancomunados".