Iba a ser en septiembre. Después en enero, al pasar las Navidades. Pero lo cierto es que estamos en marzo y la plaza de abastos de Vilagarcía continúa funcionando a medio gas pese al anuncio del Concello de obligar a los vendedores a abrir sus puestos todos los días (de lunes a sábado). La medida se implantaría a modo de prueba para testar su resultado.
Portavoces del gobierno local señalan que los técnicos municipales están trabajando en el diseño de una campaña divulgativa para informar a la población de que el mercado funcionará a pleno rendimiento diariamente, un paso previo y necesario -consideran desde Ravella- a la puesta en marcha de la medida para que esta pueda tener éxito.
Con respecto al nuevo reglamento de funcionamiento del mercado, que también acumula un importante retraso, fuentes municipales apuntan que se están elaborando los informes jurídicos tras las correcciones realizadas en el documento como consecuencia de las alegaciones de los placeros. Cuando estén listos esos informes, el reglamento se elevará al pleno de la Corporación, pero todavía no será este mes de marzo.
"Que nos envíen una corona"
La imagen que presenta el mercado municipal fuera de los martes y sábados (días de mercadillo ambulante) es desoladora. La mayoría de los puestos de pescado y mariscos están vacíos, la nave de la verdura también, y en las instalaciones quedan menos de la mitad de los concesionarios abiertos al público.
El presidente de la asociación de placeros, Juan Carlos López, denuncia el "pasotismo" del Ayuntamiento con respecto a la plaza. Recuerda que es un edificio municipal y que el Concello debe prestarle más atención: "Deben de estar esperando a que esto se muera; después nos enviarán una corona de flores; uno ya no sabe qué pensar", reflexiona López. "Lo único que pedimos es que hagan cumplir las normas y que inviertan en dinamizar el mercado. Nosotros hacemos nuestras campañas, pero hasta dónde podemos", concluye el portavoz del colectivo.
